Sueño Cumplido

Capítulo 6

Nuestra primera parada fue la playa, Bill bajo las cosas que tenía preparadas en el auto de papá, caminamos cerca de la orilla del mar, él extendió un mantel sobre la arena, sacó una canasta con muchas cosas ricas para comer y beber.

—¿Me esperas un momento? Tengo que ir a cambiarme de ropa, ya vuelvo —se levantó rápidamente sin dejar siquiera que yo le contestara, Bill era una persona extrañamente dulce. Estaba haciendo un poco de calor, y yo...bueno yo me había cambiado de ropa antes de venir a la playa, no podía ensuciar mi hermoso vestido nuevo, así que una blusa suelta y un short fue la mejor decisión. 

Pasaron menos de siete minutos y él ya estaba de vuelta, ojalá pudiera ser así de rápida para cambiarme de ropa. 

—Me cambié lo más rápido que pude —dijo agitado, yo seguía pensando en lo rápido que era—. No quería dejarte mucho rato sola —lo miré fijamente; no esperaba eso. Me sostuvo la mirada por algunos segundos y yo no sabía que decir—. ¿Sabías que las personas que miran fijamente a los ojos y no quitan la mirada son porque tienen un alma pura, son verdaderos y no esconden nada?  

—Claro que lo sé —lo tenía más que claro—. ¿Sabías que tu mirada quema?— Y rápidamente volteó su mirada hacia otro lado.

—Lo siento... —sonaba algo preocupado, así que le negué con la cabeza, todo estaba bien—. Bueno, cuéntame de ti, quiero conocerte...

—Mi nombre es Amanda Miller, me mude aquí cuando tenía once años por mi enfermedad, me gusta leer, también escribir, escuchar música, disfrutar de la vida minuto a minuto, y adorar las pequeñas cosas del día como mi familia y mis amigos...  —Él escuchaba atentamente mi pequeño resumen, como si yo me hubiera convertido en lo más interesante del mundo.

—¿Qué tipo de libros te gusta leer?

—Me gusta leer de todo, me faltaría el tiempo para leer toda la lista de libros que esperan por mí, mis favoritos son los de amor, soy muy romántica y fantasiosa...

—También me gustan los libros —me sonrió—. No específicamente de amor, prefiero los de vampiros —era de suponer—. Pero no tengo mucho tiempo como para leer todo lo que yo quisiera leer, pero sí leo cuando tengo un momento para relajarme y hacer lo que me gusta. 

 —Todos necesitamos un tiempo para nosotros mismos.

—Es sano hacerlo —tomó aire profundamente—. ¿Y qué escribes? —preguntó cambiando el tema de conversación, se había tornado algo triste a mí aparecer. 

—Historias, historias de amor... —dije nerviosa, él esta algo sorprendido, quizá, o al menos eso demostraba su reacción —Y algunas otras cosas, claro. 

—Ya veo —dijo pensativo—. ¿Pero lo haces de hobby o es algo más serio? ¿Planeas ser una famosa escritora a futuro o sólo escribes para ti? 

—Bueno... —arrastré las palabras, vergüenza era poco para describir lo que estaba sintiendo—. El año pasado gané un premio por una historia que escribí...

—¿De qué trataba? —preguntó sospechando de algo, y yo me sonrojé; era más que obvio de quién trataba.

—De ti, fue lindo escribirla, el proceso y todo. —respondí rápidamente, siendo torpe con mis palabras, mientras miraba sus manos que no se dejaban de moverse.

—Me gustaría —Dijo tomando un pedazo de pastel y echándoselo a la boca.

—Quizás puedas, es muy buena —pero su cara me demostró decepción—. De hecho no tengo ningún problema en que lo hagas —le sonreí. 

—La leeré encantado, sí me lo permites —ahí estaba de nuevo esa sonrisa, la que me estaba acostumbrando a ver.

—La leeré, me haré el tiempo, lo prometo —dijo tomando aire profundamente y relajándose, desplomándose en el mantel.

—Quizá sea bueno que te alejes al menos un día de trabajo y te relajes.

—Lo sé, pero me debo a ustedes, a mis fans, necesitan mi música, mi trabajo, mi cien por ciento...

—Y también necesitamos que estés relajado, no vaya a ser que te estreses y te pase algo que podamos lamentar  —dije casi con miedo, la idea de que Bill ya no siguiera cantando me hacía poner intranquila. Me miró y abrió la boca para decir algo, pero no dijo nada, quizá yo tenía mucha razón.

—Lo sé, tienes que estar tranquila sobre eso. ¿Ya nos vamos?