Salvada por la campana

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Capítulo 3 ~ Salvada por la campana

Y así fue como todo Facebook se enteró de que mi relación con Harry Styles versión cojín era seria... Lo sé, demasiado vergonzoso. 

Ya eran las 6:30 así que me di un baño para luego ponerme un pantalón corto de pijama color negro y una camisa de manga larga rosada. Miré el reloj, 6:45.

- Bien, llegaré antes para escuchar música un rato.

Bajé las escaleras y me senté en medio de la carrra, donde mismo me coloqué el día anterior y puse These Days de Rascal Flatts. Llegó el coro e inconcientemente comencé a cantarla.

I wake up and teardrops that fall down like rain

I put on that old song we danced to and then

I head off into my job, guess not much has changed

Punch the clock, head for home

Check the phone, just in case

Go to bed, dream of you

That's what I'm doin' these days

Sentí una mirada, así que volteé y para mi sorpresa Alan estaba a mis espaldas mirándome y con una sonrisa en los labios.

- ¿Qué tanto escuchaste?

- Digamos que... desde que empezaste a cantar - y he aquí mi día completo de vergüenza. Pude sentir cómo mis mejillas ardían - Ah por cierto, cuando Dawson vea que lo engañas con el cojí de Harry Styles morirá de coraje - y explotó en risa. "Si pensaba que esto no podía ser más vergonzoso, me equivoqué."

- Okay, ya basta, de reírte. ¿Quieres? 

Y entre jadeos y risas entre cortadas logró dejar las risas que parecían infinitas. Pasaron minutos de silencio. No eran silencios tensos, eran cómodos, como si estuvieramos cómodos el uno con el otro tal como estábamos. Esto claro, hasta que Alan rompió el silencio.

- Aún sigo esperando que me cuentes por qué sales en luna llena.

- Continúa esperando - Necesitaba evadir el tema, vamos piensa piensa... ¡Bingo! - Oye ¿qué hay con la chica que me hablaste el otro día?

- Pues creo que sale con alguien, o al menos eso me dijo. - se encogó de hombros. Parecía normal, no dolido como hubiera estado yo. Aunque hay que admitirlo, me clavon demasiado con los chicos. Probablemente ellos no sean igual...

- Oh, bueno, ya otra vendrá.

- Exacto. Mujeres nunca me faltan - y sonrió pícaramente. ¡Hombre tenía que ser! Ante esto respondí con un codazo - ¡AUCH! ¿Por qué fue eso?

- Por mujeriego.

- Gracias a ese golpe tendrás que explicarme por qué sales en noches de luna llena.

- No pienso hacerlo.

- ¿No? - pude ver en su mirada cierta diversión y supe que algo se traía entre menos. Pero para cuando reaccioné ya tenía sus manos por todo mi abdomen. ¡El muy imbécil comenzó a hacerme  cosquillas! - Si no me dices no pararé.

Talking to the MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora