¿Podrías mirarme?

3 CENTIMETROS

¿Que podría hacer?

Habia planeado seguir a SeokJin hasta la universidad de Artes, Nam seguiria su sueño de producir musica y amar en secreto al chico, pero, si iba a USA perderia el sueño de hacerlo. Ir a USA tenia sus pros y sus contras, como por ejemplo; si iba podria pagarla universidad de su hermano menor y apoyar mas la carrera de su hermano mayor, tendria una educacion un poco mas avanzada de la que tenia ahora, pero todo eso se impediria ver a SeokJin, todavia no se terminaba el año pero el saber que tendria que irse por el bien de su familia lo estaba atormentando.

NamJoon era el hermano mayor de dos de sus hermanos; Ju hyuk y Nayeon, ambos con apenas unos 16 años de edad. Juntos vivían con su hermano mayor, Ji soo. Los cuatro eran de diferentes madre menos NamJoon y Ji soo que eran de la misma madre, sus madres, según contaba su padre tan solo eran unas pequeñas crías que lo dejaron con el trabajo de criarlos pues este era todo un casanova y ninguna de ellas era estúpida. Sabían que el hombre poseía un poco de dinero ya que era empresario así que al quedar embarazadas les dejaban los niños y se iban con el dinero que lograban quitarle al señor, pero este nunca se quejo. NamKoon crió a sus hijos con amor y nunca les mostró una cara de cansancio, se dedico toda la corta vida que le quedaba a construir un lugar en donde ellos pudieran vivir tranquilamente y aunque al morir le falto un poco mas, los chicos vivían muy acomodados aunque aveces pelearan mucho. La relación que tenían como hermanos era bella y muy sana, todos se apoyaban y aportaban un poco para poder mantenerse, y NamJoon era feliz con ellos, haría cualquier cosa para que estuvieran bien pero en este momento pensar en el no seria un pecado.

Había conocido a SeokJin cuando su padre murió, el chico, había sido su hombro para llorar cuando no tenia uno, el chico de la sonrisa extraña y hermosa y de los ojos cafés con labios exquisitos había sido su primer amor y si lo lograba, el ultimo. Desde el momento en que escucho su voz su la manera que lo consolaba no podía dejar de pensar en el, pasaba sus tiempos libres investigando sobre la vida del chico y aveces siguiéndolo a la tienda de arcilla que tenia en el centro, se sentaba en el parque y lo observaba crear esos hermosos jarrones y ver como los pintaba, aveces se imaginaba estando con el chico allí en el taller, riendo con los chistes de este y perdiéndose en eso hermosos ojos. SeokJin había sido su razón de vida varias veces y no dudaba en que lo fuera siempre. Lo amaba mucho, tanto que dolía.                                      Deseaba tanto estar con el, pero no podía, era imposible acercase a SeokJin sin pensar en su padre o que en algún momento se desplomaría, 4 años intentando hablar con el chico, ya había pasado mucho tiempo, tenia que cambiar eso. Le iba a hablar de verdad esta vez, aunque tan solo fuese un "Hola".