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-Así que Peter, ¿no?—Asentí intentando no mirar a Lali. Estaba justo al frente mío, y mirarla durante horas no parecía mala idea.—

-Sï, Juan Pedro, en realidad; pero todos me dicen Peter.—Vico, si no me equivoco, asintió sonriendo.—

-Bueno, yo soy Vico.—Dijo aclarando mis dudas.—¿De dónde sos? ¿De por acá o...?—Negué desacomodando mi pelo mientras sonreía medio incomodo al recordar a mis padres.—

-No, en realidad, soy de capital, por así decir.—Asintió medio confundido y yo suspiré.—Lo que pasa es que no me gusta pensar en... "en casa".—Dije agregando comillas voladoras.—

-¿Y eso por qué?—Hice una mueca y luego sacudí mi cabeza volviendo a despeinar mi pelo. Ojalá simplemente dejara de lado el tema.—

-Digamos que tengo problemas con mis... padres.—Asintió entendiendo mientras tomaba de su gaseosa. Agradecí no tener que dar explicaciones más específicas.—

-Sí, no me pasó, pero sí te entiendo.—Lo miré. Sus ojos brillaban, pero no solo por el fuego. Supongo que será por sus padres.—

-¿Te tocaron buenos padres?—Sonrió y asintió afirmando mi pensamiento anterior.—Supongo que tenes suerte por eso.—Asintió nuevamente y después hizo una mueca.—

-Lamento que no hayas tenido suerte.—Negué sonriendo y mirando a Agus que estaba riendo con Nico.—

-Tuve otra suerte yo.—Palmeó mi espalda amigablemente y reí.—No todos los días encontras un mejor amigo que duró todo lo que duró tu vida, y que sabes que va a seguir estando.—Dije, alargando mi explicación. Asintió sonriendo.—

-Bueno, es bueno ver las cosas así. Además, Cachetes es un amigo de fierro.—Asentí y, mientras reía, mi mirada cayó en la morocha frente a mí, que recibía besos en la mejilla de su amiga a su lado. Eugenia (nombre que no podía olvidarme porque la zapatilla seguía volando hacia mí cada vez que la veía) estaba besando su mejilla mientras Rocío, si no me equivoco, reía a su lado, y mientras Lali sonreía ampliamente apretando las mejillas de "la China".—¿Peter?—Sacudí mi cabeza volteando a ver Vico.—

-Perdón, ¿qué pasa?—Rió mientras se paraba sacándose la remera.—

-Vamos a buscar unos peces.—Pestañeé confundido.—

-¿Cómo que vas a buscar peces? ¿Para qué vas a buscar peces?—Se rió y miró a Agus que venía con Nico.—

-Hola, Peter.—Saludé a Nico sonriendo.—

-Hola, Nico.—Agus rió a mi lado y palmeó mi espalda mientras escuchaba algo que Vico le dijo que no escuché por saludar a Nicolás.—

-Perdón, es nuevo y no le expliqué nada.—Dijo hablando con Vico. Él asintió.—Peter, para comer, tenemos que buscar la comida primero.—Asentí sin entender todavía y los tres rieron.—En el mar.—Asentí y después lo miré enarcando mi ceja.—

-¿Van a cazar peces?—Asintió con su cabeza mientras me sonreía. Vico y Nico ya estaban buscando las cosas para hacerlo.—

-Mira, si queres podes no venir, y otro día te enseño. Si no te gusta, acá al lado, Lalo sabe de alguien que vende hamburguesas.—Negué con la cabeza. Quería adaptarme a su vida, no ser un peso; ya suficiente que vivía en su casa sin siquiera un trabajo para ayudar o aportar. Además de que no tenía pensado hablar con "Lalo", porque sabía que me iba a perder mirándola si lo hacía... y eso se iba a ver muy raro. Más de lo que yo soy habitualmente.—

-No, está bien... Otro día me enseñas.—Sonrió y asintió. Yo me fui a sentar y, luego de suspirar, alguien se sentó al lado mío mientras los chicos se iban corriendo al mar entre risas. Giré a ver y me encontré con... ¿Rana, Gas?—

-¿Peter?—Asentí.—

-¿Gastón?—Asintió y reímos.—

-¿No te gusta cazar o...?—Cuestionó dejando la pregunta en el aire. Por ahí pensaba que yo era vegetariano... y eso nunca pasaría; no que tenga algo en contra de los vegetarianos y veganos, solo que no es lo mío.—

-Nunca en mi vida lo hice, en realidad. Nunca tuve ni la idea, o siquiera pensé en eso.—Rió y negó con su cabeza.—

-No, yo tampoco nunca pensé en cazar peces, y eso que soy amigo de todos desde que tengo memoria.—Reímos y levantamos nuestros hombros a la vez.—

-Cosas que nos pasan a vos y a mí.—Reímos otra vez y él se dio vuelta cuando escuchó su nombre. Sonrió mientras Rochi, creo, se acercaba a él. Tenía que ser Rocío su nombre, porque según Agus eran novios... excepto que me esté confundiendo de personas. Muy mala memoria, lo sé.—

-Hola, amor.—Se sonrieron y ella se sentó entre sus piernas en la arena. Confirmado, Rocío.—

-¡Qué feo que es el abandono!—Exclamó Eugenia asustándome.—

-¡Y con mi propio primo!—Ella les sacó la lengua, yo sonreí y Gaston rió.—¡Por eso yo me quedo con mi China!—Lali exclamó mientras yo intentaba no mirarla tanto... cosa que se me complicaba... un poquito... mucho...—

-Además de que me amas más a mí.—Ella rió y dejó que Eugenia besara su mejilla nuevamente. Prácticamente, creo que la China podría hacerle cualquier cosa y ella no se molestaría en lo absoluto.—

-No te ama más a vos, pero yo también amo a mi novio, feas.—Las dos le sacaron la lengua y después se abrazaron.—¡No! ¡No me dejen afuera!—Corrió hasta ellas, y saltó encima tirándolas a la arena. Por un momento dudé si les dolió, pero las tres empezaron a reírse.—

-¡Tu novia es una agresiva, Rana!—Exclamó, ¿Cande? Creo que era ella, y la de al lado sería Dacky.—

-Y vos una gritona.—Rieron y yo sonreí de lado mientras veía y escuchaba su conversación. Se sentía como cuando estoy con Agus y solo jodemos entre nosotros. No es algo común para mí cuando solo tengo... ¿uno o dos amigos?—

-Esperen solo diez segundos, y van a ver qué se empiezan a correr.—Dijo mientras señalaba a las chicas que estaban rodando por la arena y empujándose.—Cero...

-¡Ahhhh!—Sonreí al verla, pero luego dejé de hacerlo, por el simple hecho de que parecía un loco mirando a alguien que no conocía, y sonriendo solo por verla sonreír de esa manera tan... perfecta... No, no, mentira, no existe la perfecció-aw, su nariz se arruga mientras sonríe.—

-Y ahí van, directo a mojarse, las estúpidas.—Reímos todos al escuchar a Dacky, y vimos a Lali tirando a las dos al mar, y luego saltando ella.—

-No cambian más.—Sonreí al escuchar a Gastón. Supongo que nuestra amistad con Agus no es la única que nunca cambia.—

Volvieron Eugenia y Rocío corriendo, pero Lali no lo hizo. Entonces me di vuelta y la vi nadando en el mar... Por un momento, quise ir y nadar con ella, pero al final, solo me quedé quieto, dibujándola de esta manera en mi cabeza.

Mierda, parezco un loco.

¿Quiénes somos? {Laliter}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora