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¿A quién le importaba? ¿A quién le importaba saber si el potasio se prendía en llamas si entraba en contacto con el agua? apenas podía recordar que su símbolo era la letra "K", tantos químicos que tenía que recordar para el examen de la semana entrante le daba náuseas, lo único que quería era salir de ahí, e ir directo por un sándwich de la cafetería, y eso si le quedaba algo de dinero, últimamente estaba escasa de efectivo, y tendría que trabajar cortando el césped otra vez, aunque no lo disfrutaba era la única salida que tenía si quería ir al menos a tomar algo con sus amigos.

Sentada al fondo de la clase, saco su teléfono, mientras el profesor Jones seguía dictando las masas atómicas de todos esos aburridos químicos, pero en lo que ella podía solo mantener su atención era, por momentos, en esa reflejada calva que poseía, además de su enorme barriga y sus pintorescos bigotes, los que rebotaban cuando intento hacer un chiste referido al sodio e hidrogeno, que patético, pensó, revoleando los ojos volteo la vista a su teléfono, viendo las fotos que se había tomado en la fiesta del fin de semana pasado, sonrió al recordar las luces, la música, y las diferentes bebidas que había tomado esa noche, la excitaron de una manera increíble. El sudor que recorría su cuerpo cuando se movía al compás todas esas canciones le fascinaba, se sentía libre cuando bailaba y eso le emocionaba cada vez más, definitivamente tenía que ir a otra fiesta, ya encontraría una manera de convencer a la pandilla.

Por otro lado tenía que estudiar, los exámenes se acercaban y tenía que rescatar al menos 3 materias si quería pasar de año, era aburrido pero si no agarraba al menos un libro en estos días, no lo haría en el resto de la semana, ya se conocía; al salir iría directamente a la biblioteca, pensaba que si tal vez estaba en un cuarto lleno de libros, algo se le quedaría en la cabeza, era eso, o pasar tiempo de calidad con Jones en el verano y eso no estaba en sus planes.

- ¡Smith! -Grito Don Bigotes.

Levanto la mirada asustada, no se percató que toda la clase la miraba, y que el profesor la observaba como si estuviera esperando una respuesta. Guardo el celular lo más lento que pudo para que no se lo viera, la última vez se lo quito y no se lo devolvió hasta su siguiente clase, lo que acompaño con un discurso de casi veinte minutos en lo respectaba del daño que hacían esos "aparatos para pubertos".

-Señorita Smith, la estuve llamando como tres veces, espero que no esté usando ese artefacto que tiene, el cual le advertí que si la veía de nuevo la mandaría al despacho del director. - dijo, pero en lo único en que ella se fijaba era en ese bigote mal cortado.

-No señor, no tengo nada. -

-Bueno, entonces ya que estaba tan concentrada en mi clase podría decirme cual es el numero atómico del Bromo. - se dio la vuelta indicando el químico con el dedo, y esperando una respuesta.

Carajo, pensó, ¿cómo podía saberlo?, se llevó el lápiz a la frente dando pequeños golpecitos, mientras articulaba varios "emh" con demasiada frecuencia.

-Psss. - escuchó y miro hacia la derecha de una manera demasiado discreta. Thomas, unos de sus mejores amigos, que se sentaba al lado suyo desde que comenzaron las clases, le indicaba con la miraba a una de las hojas de su cuaderno, se inclinó hacia su dirección sin dejar de mirar al Señor Jones, que seguía de espaldas, para poder leer la respuesta que le proporcionaba su amigo.

-Sigo esperando señorita. - dijo.

-Emh, ¿35? - Articulo dudosa, era obvio que la respuesta era correcta, Thomas amaba la química, más que a nada. En realidad, amaba todas las materias, desde física cuántica, hasta gimnasia. Era el prodigio de Houckins, además de haber ganado varias medallas en ajedrez, deletreo, entre otras. Su frialdad y el ser poco de palabras atrajo a varias por ser el típico "chico malo inteligente", las chicas lo miraban como un diamante en bruto. Para él era tan sencillo estudiar, que solo tenía que leer las hojas un día antes del examen, sin contar que las leía sin apuro alguno. Se puso a pensar cuando fue la última vez que había reprobado algún examen, y se le vino la mente en blanco, ¿alguna vez fallo este chico?

The War of ElementsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora