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-¿En donde estabas? - Pronuncio exaltada.- ¿Viste la hora a la estas llegando, porque no atiendes tu celular? podría haberte pasado cualquier cosa, sabes bien que el toque de queda es importante.- bajando las escaleras saco un pañuelo de su bolsillo.

-Se me acabo la batería, perdón.- exclamo Lucy, levantando ambas manos.- tuve que quedarme en la biblioteca estudiando, si te lo dije esta mañana, ¿en que momento saliste acabo de entrar prácticamente?

-Estaba haciendo algunas cuentas afuera.- se acerco y comenzo a pasarle su pañuelo por toda su cara.- tienes la cara rara, ¿paso algo?, Ada esta como loca, sabes bien como se pone con el horario.

Lucy dió unos pasos atrás apartando el pañuelo de Ana.- estoy bien Ana, solo un poco cansada, cuando se prendieron las luces, vine mas rápido para no preocuparlas, solo estaba a algunas cuadras.-camino hacia la gran puerta subiendo las escaleras.

-Lucy esto no es una broma, la próxima vez quiero que vuelvas aquí antes de las luces.- dijo con un tono mas airado.- ahora ve a ayudar a Ada con la cena, me quedare recogiendo los juguetes.

Dicho eso Lucy paro en seco y paso su mano por su cara con cansancio, no quería entrar, si lo hacia sabia lo que se avecinaba, miro la gran puerta que tenia en frente de ella, tenia tallado unas girasoles en la parte de abajo con unos cuantos árboles que podían verse en la lejanía, era una hermosa entrada, tenia algunos rayones a la vista pero eso no le quitaba nada, pasó su vista al marco superior, en el cual podía verse un estampado de aluminio, con el grabado brillante ORFANATO HOUCKINS, Lucy suspiro al leer el nombre, hace casi catorce años que vivía ahí, y después de tanto tiempo podría decirse que lo consideraba un hogar, en algún sentido.

Al entrar, pudo ver a Sasha y a Otto, un par de mellizos de unos 9 años de edad, dibujando en la mesita ratonera de la sala de estar, tenían los crayones desparramados, mientras Otto estaba concentrado dibujando lo más rápido que podía, Sasha por su parte está riéndose mientras le ponía los toques finales a su dibujo, al escuchar la puerta cerrándose, levanto la cabeza para ver quién había entrado.

Al ver a Lucy se le dibujo una sonrisa en su rostro y exclamó su nombre.

-¡LUCY!- se levantó del suelo y corrió a abrazar sus piernas.- mira el dibujo que hice.- fue corriendo a la mesita ratonera a buscar su dibujo para mostrárselo.- son las señoritas Ada y Ana, Otto y yo estamos compitiendo para ver quién las dibuja mejor.-

Como siempre los mellizos competían en todo, desde quien dibuja más rápido, o quien terminaba más rápido de comer, hasta quién iba más rápido al baño. Ambos hermanitos fueron abandonados en la entrada del orfanato a los tres años, y desde que tienen uso de razón compiten por cualquier cosa, en esta ocasión iba ganando Sasha.

Lucy se agachó a la mesita viendo la hoja de Sasha cubierto de colores con dos monigotes que tendrían que ser nuestras cuidadoras.

-Guau, Sasha, es un dibujo muy bonito.- no lo era, pero tampoco iba a decirlo.- deberías ser pintora cuando seas grande, ¿Y el tuyo, Otto?- le pregunto al moreno.

-Todavia no está listo.- respondió el niño sin apartar la vista de su hoja, se veía en sus ojos las ganas de ganar que tenía.

-Seguro no lo termino porque está feo.- le respondió Sasha.

-¡Eso no lo sabes!- Grito Otto.- estoy tardando porque quiero que esté más bonito que el tuyo, y seguro lo va a ser.

The War of ElementsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora