Rapist©《Jb》[#1 The Rapist Series]

Capítulo 3

                      (-86 días.)

El tiempo pasaba lento mientras miraba el cartel de desaparecida de una nueva chica, haciéndole recordar a su extrañada amiga y llenando su cabeza con sus recuerdos.

La policía había investigado todo lo que pudo pero se quedaron en un callejón sin salida y tuvieron que cerrar su caso. Eso le había molestado mucho. Todavía recordaba el lío que les había hecho, la rabia que la consumía en ese momento. Pero no había nada que hacer hasta que alguna pista nueva apareciera.

Una mano se apoya en su hombro haciendo que de un respingo, pero cuando voltea sólo es Justin.

"Por Dios, me asustaste." -Golpeó su hombro.

"Lo siento, lo siento. ¿Qué haces?"

"Otra chica desapareció." -Dijo volteando a ver el cartel.

"Antes era una ciudad segura."

"Lo era."

"Tranquila, yo voy a protegerte." -Pasó su brazo por encima de su hombro abrazándola y Elaine se permitió apoyar su cabeza en su hombro. -"Sé que no pude hacer nada por Alice, pero yo..."

"Shh, no fue tu culpa."

Él asintió dejando un beso en su frente y ambos se quedaron en silencio por unos minutos.

"Deberíamos salir para distraernos."

"Puede ser una buena idea."

"Si, vayamos al cine esta noche."

Ella asiente mirándolo y el timbre suena interrumpiendo ese momento.

"Bueno, debo ir a clases. Hablamos luego."

Justin se despidió de ella y fue a su propia clase. No es que le gustara aprender, pero si disfrutaba sentarse en el fondo y observar a las estudiantes desde ahí y siempre que por accidente se levantaba una falda, no podía evitar sonreír. La ropa interior de una chica decía mucho para él y así era más fácil encontrar a alguien digna de él. Elegía a sus víctimas. Las observaba lo suficiente como para saber quién era de mente más débil, quién tenía secretos que podía usar en su contra. Esa es la ventaja de permanecer callado en clase, descubres todo sobre todos y ellos no obtienen nada sobre ti.

La puerta se abrió y una sonrisa traviesa se formó en sus labios. Harper Johnson, una antigua victima que aún parecía asustada de todo alrededor.

Luego buscaría una nueva víctima, por ahora la idea de divertirse un poco con Harper no le parecía nada mal.

La figura de Harper en ropa interior a través de la ventana le parecía muy tentadora. Observarla mientras se ponía un pantalón corto y una remera suelta para dormir lo hacía sonreír.

Entonces vio a la inocente pelirroja voltearse buscando algo en un cajón y entendió eso como su entrada, colocándose detrás de ella tapando su boca con una de sus manos y apretando su cuerpo contra el suyo con la otra.

"Shh. No queremos despertar a nadie." -Susurró en su oído mientras mordía su lóbulo.

Harper abrió los ojos asustada al reconocer su voz y sintió ganas de llorar. Le había costado tanto seguir con su vida después de cometer el error de confiar en Justin.

Sintió su mano subir hasta su pecho acariciándolo mientras dejaba besos mojados en su cuello y empezó a desesperarse.

"¿Has sido una buena niña verdad?"

Ella asintió lentamente sintiendo sus lágrimas caer por sus mejillas.

"¿No le dijiste a nadie?"

Negó rápidamente al sentir la mano de Justin metiéndose en su pantalón.

"¿Y piensas hacerlo?"

Volvió a negar queriendo que terminara ya.

"Buena chica. Sabes que siempre te estoy vigilando, ¿no?"

Por supuesto que lo sabía. Se lo había dejado claro esa noche cuando la liberó con la condición de que no le dijera a nadie lo que había pasado. Y por supuesto que no lo había hecho, ¿entonces por qué volvió?

"No gritarás si saco mi mano de tu boquita, ¿verdad? ¿Serás una niña buena? Prometo que esta vez sólo tocaré."

Ella asintió pensando que al menos no la violaría esta noche.

El ojimiel sacó su mano sonriendo de lado y comenzó a masajear sus pechos mientras besaba su hombro. Harper permaneció quieta apretando sus ojos y tratando de huir de la realidad. Los minutos se hicieron eternos para ella mientras su cuerpo era ultrajado por el perverso tipo que una vez le había parecido un chico dulce y tierno, y ahora era lo más parecido al mismo Diablo.

Sus ojos se enfocaron en la rosa pintada en negro ahora marchita en el cesto de basura que él le había dado esa noche cerrando el trato, y luego hacia el espejo de su habitación pudiendo ver un destello de maldad en los ojos de su visita no deseada. Las lágrimas comenzaron a caer nuevamente mientras sentía que volvía a revivir aquella horrible noche.

***

Aquí está el capítulo 3, espero que les guste.

Gracias por el reciente apoyo que le están dando a esta novela que recién empieza. No se olviden de votar, dar su opinión en los comentarios, compartir la novela con sus amigos y agregarla a sus listas así me ayudan un poco más.

Y por cierto, ¡Feliz día del amor y la amistad! (Sé que el capítulo no simboliza mucho eso pero igual jeje)