14 de febrero. Definitivo, Taekwoon odiaba tal fecha. No era más que el reconocido día de San Valentín, en donde todas las parejas pasaban tiempo juntos. Cosa que le parecía aborrecedor.
Su hermana pequeña, Eunhi, había insistido en querer hacer sus primeros chocolates. Alegando de que alguien le gustaba en el instituto y que no esperaría hasta el día blanco para entregarle algo. La reacción de su hermano fué digna de admirar, el asombro pero más que aquello, ¿Serían los celos de hermano sobreprotector?
Con un suspiro de pesadez, prefería ir a comprar los ingredientes para ello, temprano en la mañana. No quería toparse con una incómoda situación en el transporte, en el supermercado, ni en cualquier rincón por donde pasara. Agarró su chaqueta de cuero chocolate, prefiriendo dejarse el pantalón de pijama de la noche anterior, unas zapatillas deportivas y ya era suficiente. Al parecer el frío del 14 de febrero no era para morir de aquello.
Despertó a su hermana, cosa de que irían los dos. Taekwoon no tenía intención alguna de hacer chocolates por su propia cuenta, no. ¿A quién se los entregaría? Comenzó a pensar, estaba alguien que siempre le había apreciado. Han Sanghyuk, si, ese pequeño joven de mirada risueña siempre pensaba en el. Por lo menos podría entregarle uno a él. Pensó en Hongbin y si le daba un chocolate a Sanghyuk, por lo menos debía darle uno a Kong. ¿Lee Jaehwan? ¿De verdad le entregaría uno a Jaehwan? En su lista mental ya habían 5 personas, los 3 mencionados antes y sus dos padres. Eunhi claro, aunque no debería contar.
Ahora sumaban 6 personas. De repente, a su mente llego el nombre de su querido, y ciertamente sensual, jefe. Kim Wonshik, ¿debería darle chocolates? Después de todo, el mayor ultimamente había sido condecendiente con él. Sus mejillas se ruborizaron con levedad.
-Oppa?- Al parecer Eunhi llevaba tiempo llamándole, habían llegado al mercado en donde comprarían los ingredientes.
Al parecer, los ingredientes estaban rebajados de precio. Claro, nadie hacia chocolates de San Valentín el mismo día, siempre era con anterioridad. Agarro ambas bolsas con ingredientes y se le ocurrió algo, llevaría a su hermanita a desayunar. No le daría un chocolate, quería darle algo que fuera sorpresa.
-No darías todo lo que fuera, por desayunar unos deliciosos waffles con fresas, crema batida encima y chocolate?-le preguntó sonriente, a lo que ella asintió reiteradas veces.
Su plan era estupendo! O eso pensaba hasta llegar al local. Nada más ni nada menos. ¿Qué tenía que hacer Kim Wonshik ahí? El mayor se percato de la presencia de ambos, Taekwoon hizo que ni siquiera le notó. Buscó una mesa alejada del mayor, pero muy tarde.
-Taek?- la voz del mayor estremecía su cuerpo, haciendo que su corazón latiera desenfrenadamente.
-Oh, Wonshik.-intentó no ver sus ojos, ya que si lo hacía, con certitud se sonrojaría- Casualidad de que nos hemos encontrado. Ella es Eunhi, mi única hermana.-le presenté a la menor, ella estaba muy sonriente.
-Taekwoon, me gustaría que desayunaran conmigo. No aceptaré un no, como respuesta.- temía aquello, no tuvo opción y se levantó junto su hermana terminando sentándose en la mesa del mayor. -Y estas cosas? -notó que había preguntado y ahí si no pudo evitar un sonrojo.
-E..es de Eunhi!-respondió exhaltado y el rió con ganas. Nos habían traído el menú, se me hacía extraño que estuviera desayunando solo. Y no con el señor ceo. Cha Hakyeon, el hubiera estado encantado de estar ahí.
-Si! Jajaja, mi oppa es muy protector. He intentado que lo deje pero no puede. Y lo de aquel día, casi se devora vivo a aquel niño que me entregó una flor- Eunhi le contaba anécdotas sobre como Taekwoon no podía lidiar con sus celos de hermano. Wonshik no hacía mas que reír, avergonzandolo. De momento, sintió una leve caricia en su mano, algo acogedora. La mano de Wonshik estaba sobre la suya. Estaba nervioso.
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Dejate Hacer - WonTaek (VIXX)
FanfictionJung Taekwoon, un joven de 20 años con un traumático pasado el cual no le deja avanzar, la consecuencia es el desprecio de los demás, por el cual prefiere mantenerse reservado. Kim Wonshik, un empresario de 26 años, tiene todo lo que cualquier perso...