Dejate Hacer - WonTaek (VIXX)

Capítulo 8: La Verdad

Pov Wonshik

Volver a recordar la reacción de Taekwoon al momento de conocer a Seonguk me llena de euforia. Tanta que sería capaz de estrangularle por completo.

Jaehwan había llegado a la habitación, por lo que hice que me soltara la camisa. Estaba indefenso, pero tenía que arreglar los asuntos de la empresa. Me limité a dejar un beso sobre su frente y solo le pedí a mi amigo que le cuidara. Sabía que algo había sucedido entre nosotros y con mayor razón, no se atrevería a hacerle daño.

Bajé mediante el ascensor a la sala de reuniones del hotel. Pude observar que aquel hombre ya estaba posicionado dentro de la habitación, cosa que me molestó. Giré el pomo de la puerta para entrar y cerrarla de igual manera, escuchando repentinamente una risa ajena a la mía.

- Ja... Así de inpuntual es un Vice-director?- se burlaba de mí, o eso percibía en su rostro. Sabía que más que nada había accedido a reunirme con el por Taekwoon.

- Me parece que puedo encontrarme contigo cuando me venga en gana. Al fin y al cabo, poseo más acciones que tu. Pero sabes que en este instante, lo que menos me importa es negociar tus acciones- fuí preciso con lo que deseaba, quería saber que era lo que involucraba a Taekwoon con esta persona.

- Puedes deducir que ahora menos deseo vender mis acciones, no? He encontrado a mi Ángel y deseo frecuentarlo desde ahora. ¿Ya lo has probado? ¿Lo delicioso que es fundirse dentro de él?- aquellas palabras fueron la gota que derramó el vaso. Intrépido me acerqué a él agarrándole por el cuello, casi estrangulándolo, estrellándolo contra la pared. La furia se denotaba en mi ojos:

- ¿¡QUÉ DEMONIOS LE HAS HECHO!?- estrellaba su cabeza contra la pared con cada palabra dicha- ¡CONTESTAME!- le pegaba con mayor fuerza, casi una fuerza brutal. Me había contenido en la tarde por Taek, pero ahora el no se encontraba presente.

Aquel hombre, igual de fuerte que yo, tenía los cojones de contestarme, riéndose como todo el depravado que era: - YO!... Yo lo hice mío. Le hice llorar mientras le penetraba, para terminar viniendome dentro de é...- Su oración no fué terminada ya que me encontraba encima de él, sobre el suelo, moliendole a golpes.

- ¡CÁLLATE! ¡CÁLLATE! DESGRACIADO! AHH!- un puño tras el otro. Golpe tras golpe, terminé rompiendo su naríz y labios. Por no decir que su cara quedó hecha un desastre. Me levanté del piso y antes que me dijera algo más, dejé la habitación. Lo necesitaba, necesitaba de él para calmarme. Para calmar a la bestia que amenazaba con salir de mí.

Fin Pov Wonshik

Jaehwan sostenía su reloj. Cada vez que se sentía nervioso, miraba la hora y esta vez que lo hacía era la 10ma en la noche. Estar a solas en la habitación junto a Taekwoon, le ponía de aquella manera.

- Taek, no tienes hambre?- con el rabillo del ojo miró al menor y su respuesta. Un simple y rotundo no. Quizás si Wonshik regresaba, el menor comería. Pero no tenía la menor idea de cuando regresaría, ya había pasado aproximadamente alrededor de una hora.

La puerta de la habitación se abrió con brusquedad, mostrando a un Wonshik enfadado y para ser peor, eufórico y colérico. Fulminando con la mirada a Jaehwan para que se esfumara.
- Largo...!- no le gritó porque de alguna manera sabía que era su amigo. El joven, sin decir otra palabra, dejó la habitación tal y como lo había pedido el mayor.

Cerrada la puerta de la habitación, se dispuso a ir a la cama donde se encontraba el menor. Se sentó en una esquina y lo atrajo entre sus brazos. Acunaba su perfecto cuerpo entre ellos, enredaba su mano en los cabellos del menor y aspiraba su aroma sobre su cuello.

- ¿Que tanto has sufrido? ¿Como puedes ser tan bueno con alguien que no lo merece?- Taekwoon levantó el rostro confundido, ¿Se refería a él?

- Tienes sentimientos hermosos, un corazón puro y un cuerpo que me muero por marcar. ¿Cómo puedes tener tanto control sobre mí?- cada vez sentía que lo necesitaba más, era tan necesario como el aire que respiraba. No le haría preguntas sobre lo que sucedió con Seonguk, solo esperaría a que el tuviera la inciativa de decírselo.