Cuando estoy llegando al edificio, veo que Fiorela avanza en sentido contrario y supongo que también va hacia su departamento.
Me apuro para alcanzarla antes de que desaparezca tras la puerta de su departamento. Cuando entro al edificio, la veo ingresar al ascensor y corro para frenarlo.
—Casi lo pierdo —le digo divertido una vez que estoy dentro.
Pero ella sólo ríe.
En esos segundos que estamos allí, solos, no sé qué decirle. Tenía todo planeado y de repente las palabras parecen haberse esfumado. La noto tensa, ni siquiera me mira. No entiendo qué le sucede. El buen humor de la mañana en que me habló, desaparece.
No quiero perder esta oportunidad, pero el piso cinco está muy cerca. Necesito hablarle.
Las puertas del ascensor se abren.
—Espera —la freno casi susurrando, pero parece no haberme oído.
Avanza unos pasos.
—Fiorela —le digo esta vez.
Y sus pasos se detienen en seco.
Da media vuelta y me mira sorprendida. Le sonrío tímido y ella me devuelve la sonrisa.
—¿Cómo sabes mi nombre? —pregunta confundida.
—Eras mi vecina hace cinco años, ¿cómo no lo sabría? —contesto aun sonriendo—. Estás un poco distinta, por eso no te había reconocido el otro día, pero sí, me acuerdo que nos conocemos... aunque nunca hablamos antes.
Su sonrisa cobra más fuerzas.
—Es cierto, nunca habíamos hablado...
—Nunca supe como acercarme a ti —le confieso apenado—. Era bastante tímido en aquel entonces.
Ella me dice que no aparentaba serlo, pero siempre me vio en mi zona de confort.
La invito a mi departamento y seguimos hablando. Hablamos del pasado, de mi llegada a la ciudad, de la vez que nos saludamos... Ambos recordamos todo.
Finalmente, termino por confesarle que en aquel entonces fue mi amor platónico. Algo avergonzada me confiesa que yo también había sido el de ella.
La sorpresa es muy grande para ambos. Ninguno de los dos admite la permanencia de ese sentimiento, pero la invito a cenar... y ella acepta.
La charla se instala en el presente y un nuevo sentimiento parece surgir allí.
Tal vez ese amor platónico de la adolescencia intenta resurgir con más fuerza y más realidad en este presente.
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De imposibles y otros supuestos
Romance"Durante tres años, aquel joven había ocupado el lugar central de mis pensamientos, de mi corazón; había sido la causa de más de una ilusión. Jamás creí que volvería a verlo y mucho menos en aquel lugar." Historia corta escrita para el concurso #Val...