Un calabozo lleno de amor y odio

La Gran Final

Gradas llenas a reventar, el griterío de la multitud, un chico con mascara visualizando las opciones de victoria. Tras tomar la poción que Airmid le había enviado, Deymos sentía que había regresado a la arena de su país natal, era un sentimiento que nunca seria capaz de olvidar, solo que esta vez su vida no estaba en juego. Respiro profundamente mientras esperaba que le llamaran, recordó sus viejos tiempos como gladiador y agradecido estar en ese lugar, al fin se vengaría, pero ahora no seria solo por el, ahora lo haría también por Tione, la amazona había llamado su atención desde el primer momento en que la vio, no solo era hermosa, sino que sus habilidades la hacían letal en combate y esa personalidad ruda pero cariñosa le había hechizado.  Estaba decidido a ganarse el corazón de Tione, no dejaría que Finn Deinme se interpusiera en su objetivo, no otra vez.

Finn entro en la arena sin mucho bullicio, a pesar de eso la gente le aclamo, llevaba consigo dos lanzas, conservo una consigo mientras clavo la otra en el suelo. Antes de que Ganesha pudiera tan siquiera introducirlo, tambores de guerra indicando la aparición de su rival, resonaron por todo el coliseo, extasiando a la gente. 

Finn sintió un ligero vació en el estomago, reconocería esa melodía donde fuera, era exactamente la misma canción con tambores que el ejercito de Ormuz utilizaba en batalla, esto no indicaba mucho acerca de la verdadera identidad de Deymos, pero si le daba una pista. Quería decir que o bien era alguien muy ligado al ejercito, tanto como para usar sus tambores de batalla, o era alguien con parentesco con alguno de los altos mandos militares.

Mientras Deymos hacia su entrada a través del pasillo de columnas, en los palcos tanto Loki como Cronos estaban  impacientes. Tiona no sabia a quien apoyar, por un lado estaba Finn, el jefe de su Familia el pallum mas fuerte que se haya conocido y el hombre al cual amaba su hermana, quien seguramente le daría una paliza si viera que no lo apoyaba. Por otro lado, estaba Deymos el desconocido que le había ayudado una vez en el calabozo, al principio no sabia que era exactamente lo que sentía por el, al inicio el aura de misterio que le rodeaba le hacia pensar que tal vez se había enamorado del enmascarado pero luego descubrió que era como el hermano que nunca había tenido, así que se alegro de su decisión cuando Deymos le confeso que le gustaba su hermana.

Cada vez que el enmascarado caminaba entre dos columnas, la cima de estas desprendían fuego, se notaba que Cronos había invertido bastante dinero en la entrada de Deymos, no se podía esperar menos de la divinidad mas rica de todo Orario, aunque al principio se mostraba reacio a tener una Familia, fue el enmascarado quien le hizo cambiar su forma de pensar.

Tras la caminata de unos 30 metros, el enmascarado y el pallum estaban frente a frente, Deymos desenvaino sus espadas gemelas sin decir nada y la música se detuvo tan pronto como inicio.

"Desde que apareciste llamaste mi atención, sin embargo no tolerare que alguien como tu ataque a los miembros de mi Familia sin pagar las consecuencias" Finn le dijo cuando lo tuvo cerca y los tambores dejaron de sonar.

"¿Alguien como yo?". Una ligera risa provino de sus labios. "No me hagas reír, es irónico que seas tu quien me diga que soy mala persona. Si mal no recuerdo eres tu quien a pesar de conocer los sentimientos de Tione nunca le ha dado una respuesta clara. Eres tu quien le permite a Bete tener esa actitud de mierda y entre otras cosas fuiste tu quien traiciono al Imperio de Ormuz, aun cuando te recibimos como invitado"

"Ormuz es una nación en la cual solo unos pocos podían llegar a vivir dignamente, así que cambie eso ¿Vas a decir que hice algo malo?"

"¿Ya olvidaste que paso después?"