A través de tus ojos (#2)

C a p i t u l o 24

ATERRADA

Al llegar a casa no parecía haber nadie allí era viernes, Nathan seguramente se había ido de fiesta y no volvería hasta tarde, tío Alex, Selena y Amira seguramente habían ido a casa de tía Abril, el abuelo debía estar en su cuarto "secretó" al que no me dejaba entrar, mama debía estar en su cuarto deprimiéndose.

Esta situación era una mierda.

Cada día llegar a casa y saber que papa no estaría para recibirme con su habitual sonrisa , me causaba una terrible sensación en el pecho, se sentía como un agujero que te iba consumiendo poco a poco , se sentía como si me hubieran arrebatado una parte importante de mi, una parte que necesitaba.

Me repetía en mi mente que eso era lo mejor, que él estuviera lejos por un tiempo era lo mejor, necesitaba asimilar lo que paso, digerirlo y...superarlo.

Mi habitación se sentía tan vacía y fría, al llegar un horrible sentimiento de soledad me invadió, deje las luces apagadas dejando la habitación iluminada solo por la luz de la luna , cerré los ojos conteniendo las ganas de llorar que me habían invadido.

Yo no lloraba.

Sentía que mi familia se estaba desmoronando y no podía hacer nada para evitarlo, sin papa aquí todo era tan diferente.

Trate de caminar hacia la cama pero me tambalee un poco mientras un fuerte mareó me invadía, note como mis ojos se encendían cobrando aquella intensidad que solo tenían cuando mi poder estaba surgiendo efecto, luego sentí un intenso y punzante dolor de cabeza.

Grite y caí de rodillas al piso mientras todo parecía dar vueltas y las imágenes empezaban a volverse borrosas, gatee hasta el tocador y me apoye en él para ponerme de pie, sentía mis piernas temblar incapaces de sostenerme por lo que apoye todo mi peso en el tocador, levante la mirada observando mi reflejo en el espejo, estaba muy pálida, mis labios estaban resecos y pálidos , y estaban entre abiertos mientras respiraba irregularmente, el aire parecía estarse acabando de a poco , mi cabello era un desastre y mis parpados parecían querer cerrarse en cualquier momento.

Era un desastre.

Mis ojos se encendieron en un intenso color azul y luego se pagaron como si de dos bombillos de luz se tratase, el aire empezó a faltarme y respirar parecía mucho más difícil, caí de rodillas al piso mientras me sostenía el pecho y respiraba pesadamente.

Estaba teniendo un ataque y sabia que se pondría mucho peor, estaba aterrada.

Las ganas de sangre empezaron a invadirme y trate con todas mis fuerzas de mantener mi autocontrol, no podría resistir por mucho tiempo, mis ojos empezaron a cerrarse mientras os sentía encenderse de nuevo, se sentía como si me dieran una descarga eléctrica.

La puerta fue abierta de golpe y por ella aprecio Silvania, no me detuve a pensar el porqué de su presencia, no tenía tiempo.

__Ayuda__ mi voz salió como un débil susurró pero ella logro escucharme, mis ojos se encendieron otra vez y el dolor de cabeza de intensifico, Silvania se acerco corriendo hacia mi haciendo resonar sus tacones contra el piso de madera.

__ ¿Madison donde están los tranquilizantes?__ inquirió con preocupación, señale los cajones del tocador y ella corrió hacia ahí.

__No queda mucho tiempo__ susurré.

Si no se apresuraba me convertiría en un monstruo sediento de sangre humana. Silvania tomo con manos temblorosas la jeringa y se acerco hacia mí.