Patitas suaves

004.

La noche por fin había llegado y Jimin no podía estar más ansioso de pasar la bella noche con Jungkookie. Se había acicalado todo su abundante pelaje para que se viera más bonito y comió mucho para evitar pasar hambre. Esa era algo que compartía con Jungkook, los dos amaban comer y amaban por sobre todas las cosas, el pollo.

Recordaba cuando Jungkook robaba algún pedazo de la mesa y sus dueños le gritaron mucho, el pobre huyó con el pedazo de pollo en la boca y no le compartió a ningún otro gatito más que a Jimin.

Jimin estaba en el jardín trasero. Estaba un poco oscuro pero había un juguetito de Jungkook por lo que mientras lo esperaba podría jugar con él.

El ratoncito de juguete en un momento se volvió aburrido; había plantitas que olían rico para Jimin pero no tenía ganas de jugar más. Jungkook se estaba demorando mucho y el pobre gatito tenía mucho frio.

Pasó más o menos una hora. El ánimo del angora había bajado considerablemente. Era oficial, Jungkook no había llegado a su cita y Jimin quería huir de ahí y no verle más. Ya al día siguiente no estaría de ánimos para nada e incluso el dormir solo como acostumbraba se le iba a hacer feo. Lleno de penita, el pobre gato volvió a su casa y fue a la habitación de la hija mayor.

Le maulló y rasguñó su puerta hasta que la adolescente le abrió. Entró cabizbajo aun cuando su dueña le estaba mirando con curiosidad de qué le podía haber pasado a su minino, cuando a esas horas de la noche era cuando mas desastre cometía.

- A ver, pequeño Minnie, ¿Quieres dormir con mami? -Tomó en brazos a su minino y él se dejó hacer por sus caricias. Jimin necesitaba un poco de cariño para pasar la pena que le había dejado el flojo de Jungkook.

- Sí, por favor, mucho cariño...

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Perdón por demorarme, San Valentín se me juntó con el cumpleaños de mi hermano y toda la semana estuve buscando preuniversitarios; fue una semana difícil u.u

Copo.