Patitas suaves

002.

A Jimin le encantan molestar al pequeño gatito Jungkook. Era una cosita suave y tranquila, contraria totalmente a su comportamiento revoltoso propio de un felino.

Jungkook hace mucho había notado la entrada de Jimin. Este se preparaba para atacarle, se inclinaba con sigilo hacia atrás y mecía el rabo junto a su cola. Sus pupilas se habían dilatado llenándose de negro. Jungkook tenía los ojos medio abiertos para ver al bello angora.

Jimin saltó pero Jungkook lo esquivó. Él angora en medio de la confusión no vio al gatito Jungkook saltar sobre él. Ambos revoltosos comenzaron a corretearse encima de la cama.

— También me alegra verte, Jungkookie — Maullaba Jimin.

— ¿Por qué siempre interrumpes mis siestas? — Se quejaba Jungkook ya estirando las patas y preparándose para dormir nuevamente.

— ¡Vamos, Jungkook! ¡Juega conmigo un poco más!

— Ay ustedes dos — Al cuarto venia entrando un perrito blanco, un poodle específicamente. El siempre mimado y coqueto perrito Jin — ¿Por que siempre meten escándalo?

— Es Jimin quien quiere jugar.

— ¡Jin juega conmigo! — Jimin era tan juguetón y revoltoso que no dudaba en lanzarse a Jin, quien negaba y se alejaba de él por jugar muy brusco.

Jungkook los miraba mientras se hacía el dormido, si Jin se quejaba de un supuesto escándalo cuando ellos jugaban, no sabía cómo llamar a la junta entre Jimin y él. Jin ladraba muy fuerte y Jimin no paraba de ir de allá para acá; y eso no lo iba a dejar dormir tranquilo.

Nuevamente estiró sus patitas y bostezó, mostrando sus colmillos. Una vez se acercó al revoltijo que tenían, no dudo en saltar sobre Jimin y dejarlo quieto mordiéndole la oreja.

— Solo con Jungkook sabes controlarte — Jungkook le gruñó mientras Jimin comenzaba a asicalar a Jungkook sobre su cuello.

En ese momento la puerta de la entrada se abrió y las tres mascotas levantaron sus orejas.

— ¡Jin! ¡Donde estas, mi amor!

— ¡Ama! ¡Ama! — Jin comenzó a ladrar fuertemente mientras sus patitas cortas y peludas corrían para bajar la escalera y llegar a seguirle ladrando a su Ama. 

Jimin y Jungkook se relajaban mientras Jin seguía ladrando, ambos comenzaron a darse besitos y lamerse el uno al otro.

La ama de Jin comenzó a subir y el angora comenzó a asustarse.

— ¡¿Qué haces aquí estúpido gato?!

Oh si, había un problema con su linda relación. Que a los amos de Jungkook no les gustaba.