Capítulo 4:

4.3K 151 6
                                    

Acontinuacion de...

-¿Estas segura de que es solo algo parecido? –pregunto una voz gruesa a mis espaldas

Narra Miss Playboy:

-¿Qué haces aquí? –pregunte apretando la mandíbula con fuerza

-¿No piensas saludarme? –negué con la cabeza, el se echo a reír- No has cambiado nada–dijo señalándome

-No contestaste mi pregunta –dije cruzándome de brazos

-Pues porque necesitaba un trabajo –dijo y se fue acercando lentamente hacia mi

-Justo aquí, ¿Dónde trabajo yo? –el asintió indiferente

-Yo no sabia que trabajabas aquí –dijo levantando las manos

-Si claro –dije sarcásticamente- No soy estu.pida, Austin. ¿A que viniste?

-Esta bien –este suspiro- No puedo vivir sin ti, ______, y tu ya lo sabes –respondió agarrándome de la cintura

-Te dije exactamente de que yo no te amaba y que no quería volverte a ver –dije alejándolo de mi

-No seas así, ______ -dijo tratando de acercarse a mí pero una voz lo interrumpió

-______-dijo Justin y me di vuelta a verlo con su típico ceño fruncido- Tráeme los papeles de los que me hablaste y un poco de café por favor –dijo y volvió a cerrar la puerta de su oficina

-Tengo trabajo que hacer –le dije a Austin y me dirigí al ascensor para ir por el café para Justin

-Esto no quedara así, ______, la próxima nadie te salvara –dijo a mis espaldas.

Seguramente se preguntaran, ¿Quién es ese idio.ta que acaba de decirme que me ama? Pues hace dos años y unos cuantos meses que soy Miss Playboy, y el primer cliente que tuvo fue el mismo. Austin tenía 18 años y yo 19 años. Y éramos buenos amigos, nos habíamos conocido por la escuela

El me había explicado que quería algo que lo distrajera, ya que su madre drogadicta golpeaba a sus hermanos y su padre alcohólico abusaba de sus hermanos. Me dijo que el había escapado de su casa, porque ya no aguataba mas ver a sus hermanos llorando, sin que el pueda hacer algo. Y quería un poco de consuelo.

Y en ese momento se me ocurrió una idea de consolarlo. De una forma que el disfrutara y se olvide de todo por unas horas. ¿Saben de lo que estoy hablando no? Por supuesto, del se.xo.

A esa edad ya era toda una experta en eso, sabia exactamente todo sobre el se.xo, solamente que jamás lo había probado.

En esa época, Austin y yo éramos vírgenes. Yo era muy introvertida, y por eso no me animaba a preguntarle, si quería experimentar su primera vez conmigo.

Y un "clic" sonó en mi cabeza, al tener una nueva idea. Con una mascara, que cubriera mi cara, le preguntaría y así no tendría vergüenza, porque el no podría ver mi cara.

Luego de horas de se.xo desenfrenado, Austin y yo queríamos más. Pero en los momentos que el no estaba, ansiaba a cualquier hombre que yo podría satisfacer. Así que me bautice por las noches como Miss Playboy. Y desde ese momento los hombres me volaron por los aires.

Con el paso del tiempo, todo eso se volvió costumbre, pero Austin se iba alejando más de mí. Un día el llego enojado y me dijo que lo nuestro se había acabado, y que era una maldi.ta prostituta, entonces llegue a la conclusión de que el sabia lo que hacia por las noches.

Me había roto en mil pedazos el corazón. Entonces cada vez que un hombre pasaba por mi cama, me imaginaba que era Austin, y lo hacia sufrir. Y eso me excitaba

-¡_____! –dijo Barbará, una compañera de trabajo y mejor amiga

-¿Qué? –pregunte confundida

-¿Que te sucede hoy, eh? –me pregunto riendo

-Nada, ¿porque?

-Estas muy distraída, hay... ¿no me digas que Miss Playboy no tiene una cita para hoy? –pregunto cínicamente. Ella es la única que sabe sobre esto

-Eso jamás, todos las noches hay alguien desesperado que la quiere –respondí sonriendo

-Bueno, llévate eso antes de que se enfrié –dijo mirando al café. Entonces lo agarre y me dirigí al ascensor para ir al ultimo piso, donde un bombón me esperaba

-Gracias, ______ -dijo Justin dedicándome una preciosa sonrisa

-De nada, Justin. Y aquí tienes los contratos –me acerque a entregárselos. Y Justin los recibió, pero algo sucedió. Rozo mi mano, y miro por un segundo mis pechos en cuanto me agache. Algo le sucedía, porque el no era así de descarado conmigo

-Puedes hablarme algo sobre... -miro mis labios- ...los contratos –levanto una ceja. Trague saliva fuertemente, ya que sentí mi feminidad calentarse, pues quien no lo haría teniendo un hombre como Justin al frente de ti

-Oh, Justin. Lo siento, yo no había leído los contratos, porque pensé que si lo hacia, iba a quedar como una entrometida en su trabajo –respondí, alejándome un poco de el, ya que este se paro en cuanto comencé a hablar

-¿Entrometida? Pues claro que no, tu eres MI... -pauso y se fue acercando hacia mi, mientras que yo me alejaba de el-... secretaria y MI... -choco mi espalda contra la pared, quedando acorralada- ...asistente, yo creo que ese es tu trabajo, ¿no es así? –asentí- ¿Entonces? –dijo y miro mis labios, para luego acariciarlos con su dedo pulgar- Tienes unos preciosos labios, _____, ¿te importaría si los pruebo un poco? –pregunto, haciéndome escapar un gemido. Esto lo hizo sonreír cínicamente. Entonces me agarro fuertemente de la nuca, y me fue acercando a el.

Estoy muerta, ¿ahora que haría? Me estaba provocando. No puedo mostrarme como lo hago por las noches. ¿Me entienden? Tengo que cuidar mi reputación y mi trabajo

Sentí como su respiración chocaba con la mía, entonces llegue a la conclusión de que Justin estaba un poco pasado de copas. Por su fuerte aliento a alcohol y por sus ojos que se veían un poco rojos

El "toc, toc" de la puerta me salvo, haciendo gruñir a Justin

-¿Quién es? –pregunto enojado, abriendo la puerta. Suspire, era Barbara. Luego se lo agradeceria

-Soy yo Barbará, señor –dijo y me miro por unos segundos- Su padre lo busca –el asintió

-Bien, hazlo pasar –respondió. Luego de unos minutos, un señor alto, elegante y buen mozo paso a su oficina. Yo seguía ahí, así que me dirigí a la puerta, iba a cerrarla pero Justin me lo impidió

-La próxima no te salvas gatita –dijo, sonriendo cínicamente y cerro la puerta, dejándome en trance ahí parada. Sus palabras eran pareciadas a las de Austin

El estaba un poco borracho, pero todavía seguía con los pies en la tierra, eso significa que... ¿me desea tanto como yo a el?

~~~~~~~~~

Miss playboy and Mr. Bieber «Adaptada»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora