babydoll ; jesús oviedo ♡

chapter 13✧˖°

Baby

Gimo cada vez más alto.
Proporciona otro azote en mi nalga aún más fuerte que el anterior.
Trago saliva algo dolorida y cierro los ojos agachando la cabeza.
Me encanto recostada bocaabajo sobre su regazo.
Mis leotardos estan bajandos a lo largo de mis rodillas y mi falda totalmente arrugada pero no la ha quitado.
Agarra mis nalgas manoseandolas con sus manos, las separa varias veces y acaricia con sus dedos mi clítoris.

Lo miro de reojo cómo puedo, me devuelve la mirada totalmente serio y me azota de nuevo.
Mucho más doloroso de lo que esperaba.

—Cómo gimas de nuevo la tenemos, pequeña. Aguanta—murmura.

Asiento mordiéndome los labios y me sienta en su cama apoyando mi espalda en la cabecera.
Separa mis muslos elevando mis piernas en el aire para después colocar su cabeza entre ambos.
Lame mi coño a su gusto y mi cuerpo se calienta de nuevo.

Ahogo un gemido y observo cómo lo hace.
Su espalda se tensa.
Observo cada músculo tonificado y muerdo mi labio.
Noto cómo mi sexo se humedece cada vez más.
Muevo mi cadera insconcientemente queriendo más, deseándole.
Ríe ante mi gesto y murmura contra los labios de mi coño:

—Tranquila nena, ahora disfrutarás más. Ponte a cuatro, ya—se levanta.

Asiento despacio y me muevo en la cama colocándome a cuatro patas, al igual que un perro.
Espero que esto no me pase factura.
Suspiro bajando la mirada.
Sin imaginarmelo, algo duro y grande me penetra por detrás.
Grito fuerte y Daddy tapa mi boca.

—Estás estrecha, pequeña. Joder, eso se ve genial...—deja unos suaves besos por mi cuello y comienza a moverse.

Empieza con unos movimientos lentos de cadera y a los segundos, aumenta el ritmo.
Ahogo un gritito por cada embestida que recibo y cierro mis ojos.
Coge ambas de mis manos justándolas y las lleva atrás de mi espalda.

—Joder.
—Dios mío...—murmuro jadeando y grito de nuevo su nombre.
—Nena, daddy, daddy, daddy. Soy tu daddy. Gritalo. Quiero oirlo de tu deliciosa boca.

Sigue algo más fuerte penetrándola entera.
Giro la cabeza hacía un lado apoyando mi mejilla contra la suave tela de las sábanas.

—¡Daaaddy...!—gimoteo.

Sonríe al escucharme.
Segundos después la saca.
Da suaves golpes con ella contra mi trasero y noto cómo lo baña con su corrida esparcida por mis nalgas.
Me quedo en silencio y sonrío un poco al escuchar sus jadeos provenientes de su boca.