Capítulo 4

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Al terminar de preparar la mochila con lo más importante y de conseguir que mi tío me dejara el piso que tiene vacío sin decirle el por que de mi escapada de casa, baje al piso de abajo para poder irme. Mi padre estaba arreglando la puerta principal, por lo que no podia salir por ahí.
Fui hasta la cocina y sali por la puerta que da al patio, salte la valla y me diriji a la estación de autobuses y poder marcharme de este estupido lugar.

Ya en el autobús, me puse a mirar por la ventana mientras que escuchaba música y pensaba en todo lo que habia ocurrido en menos de 1 hora. Unas lagrimas amenazaron con salir de mis ojos.

La canción terminó y empezó a sonar Awake, una de las canciones favoritas de mi hermano.
Fuera del autobús estaba lloviendo bastante fuerte. Las gotas hacian sus propios caminos por la ventana y acababan desapareciendo.

El autobus se detuvo en una parada y gente se subio sentandose en sus respectivos asientos.
Una chica totalmente empapada se sento al lado mio, pero no le di mucha importancia.

-¡Hola!-dijo, más bien grito.

-Hola... - conteste sin muchas ganas de hablar.

-Me llamo Sarah, ¿y tu? -dijo con una gran sonrisa.

-Thomas...

-Oye, tienes mala cara, ¿te paso algo?

-Nada -dije cortante.

-¿Te dejo la novia?

-¿Qué? Nono, para nada, no tengo novia.

-Ah, yo tampoco. - dijo feliz.

No le conteste y volví a poner mi vista en la ventana, la lluvia habia cesado un poco.

-¿Sabes?- preguntó sonriente.

-¿Qué? - respondi sin quitar la vista de la ventana.

-Mi pelo parece una lechuga recien lavada-dijo escurriendose un poco el pelo. No me fije que su pelo estaba tintado de un verde claro hasta que dijo eso.

-Ya... - sonrei.

Esta chica es rara... Pero me cae bien.

Si las miradas matasenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora