Outlawqueen: Las almas gemelas existen y yo soy la tuya

Capítulo 31.-Nuestra promesa de amor

Había pasado ya una mes desde que Belle había regresado junto con su madre, le era difícil estar de su hermano lejos en todo este proceso pero sabía que Regina y Rumple lo cuidarían muy bien, solo rezaba para que toda esta pesadilla acabara pronto, no quería ver a la persona que más quería en ese horrible lugar

En la casa de la familia Locksley...

El día había comenzado tranquilo y cálido muchos utilizaban este día para hacer un picnic en el lago Belle se encontraba en casa mientras preparaba la comida para sus sobrinos, era un día tranquilo y se sentía de buen humor ya que se pequeño hijo no le estaba ocasionado malestares matutinos y de saber que pronto tendría a su hermano fuera de ese horrible lugar hacia que su día fuera estupendo

—Veras que el tío Robín estará muy poco con nosotros y te vera crecer—dijo Belle mientras frotaba su vientre

Con Rose...

Se encontraba esperando a su pequeño hermano ya que ella se encargaría de recogerlo hasta que Robín su padre saliera de ese lugar

—Rosie—dijo Roland mientras miraba a su hermana y salía corriendo hacia ella y la abrazaba

—Pequeño hombre—dijo Rose mientras lo cargaba y le daba pequeñas vueltas—Ven vamos que la tía Belle nos está esperando—mientras lo baja con cuidado y lo tomaba de la mano pero antes de que saliera Henry los alcanzo

—Hey Rose espera—dijo Henry mientras la tomaba de la mano

— ¿Qué pasa Henry?—pregunto Rose mientras suspiraba frustrada, no es que odiara a Henry pero siempre había tenido celos al ver que él podía sacarle más fácil una sonrisa a su madre y eso a ella le deprimía un poco

—Quiero saber cómo sigue el caso del profesor Robín—dijo Henry mientras la miraba

—Hablemos esto en casa si no quiero que gente chismosa escuche esto—dijo Rose mientras miraba a sus compañeros—Sera mejor que le hables a tu madre y tía para que también estén enteradas

—Está bien—dijo Henry mientras le sonreía y caminaba hacia el pequeño escarabajo de madre

Con Regina...

Se encontraba visitando a Robín como cada día él era su faro de luz y ella su fuerza, así que nunca dejaría de visitarlo habia pedido una licencia para poder estar más cerca de Robín, sabía que Mary Margaret o como solía llamarla para molestarla Snow haría un buen trabajo

—Hola bonita—dijo Robín mientras la miraba sentarse—Sabes cada día me enamoro más de ti—mientras le sonreía

—Hola ladrón—dijo Regina mientras lo besaba— ¿Cómo te encentras?—le pregunto interesada

—Mejor—dijo Robín mientras tomaba la mano de Regina en donde se encontraba el anillo que los uniría por siempre—Me alegra haber aceptado el trabajo en tu escuela—mientras sonreía

—Y a mí haberte encontrado en aquel bar—dijo Regina—Me diste uno de los mejores regalos del mundo—mientras le sonreía

—Creo que los dos nos tenemos muchas que agradecernos mi amor—dijo Robín mientras acariciaba su mejilla—Nunca pensé en volver a creer en el amor

—Ni yo—dijo Regina—Cuando perdí a Daniel a mi hijo, pensé que todo se había acabado para mí y deje que mi madre me envolviera de ideas provocando que me alejara de mi hija por unos años pero gracias a ti volví a encontrar el amor—mientras le sonreía

—Nunca que pensé que en amar una reina—dijo Robín mientras tomaba la mano de Regina y acariciaba el lugar en donde se encontraba el anillo de ella—Casémonos—mientras la miraba