Outlawqueen: Las almas gemelas existen y yo soy la tuya

Capítulo 32.-Juicio Final parte 2

Blanco y brillante era lo único que veía Regina hace unos minutos, se había despertado no hace más de cinco minutos y había descubierto que se encontraba en lo que parecía un hospital. La habitación en la que se encontraba no era tan grande ni pequeña, se encontraban dos sillas y un sillón para tres personas, en una de las paredes se encontraban un gran cuadro de una fotografía de un lago y una pequeña niña dándole comida a unos patos.

Al tratar de levantarse se encontró un poco desorientado y se había encontrado con la sorpresa de que le habían administrado suero, eso sería de las razones por las cual sentía un poco de dolor en su brazo derecho

—Mamá—escucho la voz de su hija un poco preocupada—¿Qué crees que estás haciendo? —mientras la trataba de detener y la miraba como ella la miraba cuando hacia alguna travesura con Lenny

—No me pongas esa cara señorita—dijo Regina mientras miraba a su hija

—Pues es la única que tengo mamá además te recuerdo que gracias a ti tengo ese bello rostro—dijo Rose en tono de broma, pero al ver la cara que había puesto su madre decidió mejor dejar de bromear—¿Cómo te sientes? —le pregunto

—Como si me hubieran pasado por encima—dijo Regina mientras daba un gran suspiro—¿Y Robin? —pregunto

—Preocupado­—dijo Rose—Pero el señor Robert se quedó con el—mientras se sentaba en una de las sillas que se encontraban junto a la cama

—Nos diste un gran susto querida—dijo Elizabeth mientras entraba con Roland y Henry

—El doctor dijo que no era nada grave solo era estrés y cansancio—dijo Henry mientras se sentaba junto con Roland en el viejo y descolorido sillón que se encontraba en la habitación

—Genial entonces ya me podre ir de esta prisión—comento con alegría Regina mientras intentaba quitarse el suero

—No tan rápido señora Mills—dijo uno voz calmada, era una señora no más de cuarenta años su cabello a pesar de tener un el comienzo de las famosas canas se encontraba reluciente y contaba con unos ojos de color aceitunado que quitaba muchos suspiros en el hospital

—Mire señor—dijo Regina mientras leía el gafete en donde se encontraba el nombre del doctor—Miller ya me siento mejor como les dijo a mis amigo y familiares solo fue por estrés así que no es necesario de que yo me encuentre aquí—mientras le mostraba su característica sonrisa

Con Robin y Robert...

Después del desmayo de Regina y la pequeña conmoción que se hiso en el juzgado el juez decidió hacer un descanso de media hora para poder tranquilizar a las personas que se encontraban ahí.

Robin se encontraba en la compañía de su padre y de su abogado en una pequeña habitación

—Hijo ten calma, debes de tener la mente fría—dijo Robert mientras le daba un poco de agua—Tu madre ya me hablo y dijo que ella ya se encuentra bien el doctor dijo que solo era anemia—mientras se sentaba junto a ella

—Tu padre tiene razón debes de mantener la calma—dijo Matthew mientras miraba directamente a Robin—Hades es un viejo zorro que no dejara pasar nada y se te nota alterado lo usara en tu contra

—Ya lo sé, pero les recuerdo a los dos que la mujer que se encuentra en el hospital es mi esposa la mujer que amo—dijo Robin dejando al descubierto algunas cosas

—¿Esposa? —pregunto curioso Robert

—Otra cosa más que deba saber—dijo Matthew mientras levantaba una de sus cejas y miraba a Robin

—Se les contare después ahora me importa Regina—dijo Robin con un poco de desesperación en su voz

—Siento molestarlos, pero el juicio se retomará en 5 minutos—dijo uno de los pasantes mientras los espera para poder llevarlos a la sala