Something to

Capítulo II - El Arte del Engaño

A veces... Solo a veces, desearía que alguien pudiera entender en verdad lo que sucede aquí.

A veces, deseo que las personas puedan ver con sus propios ojos los pequeños detalles que forman todo lo que les rodea.

Si, eso; esos pequeños detalles. Son los pequeños detalles lo que forman al mundo en realidad, y no los grandes detalles como todos piensan. Te lo pongo de la siguiente manera.

No es la arena lo que define un desierto. Es lo que esta dentro del desierto, lo importante: su vacío, su soledad, su sequedad, su aspereza, sus "habitantes". Su silencio. 

Un desierto, es el lugar perfecto para hacer muchas cosas, así como el lugar preciso para no hacer otras cosas.

Una ciudad no es nada sin sus habitantes; un cine no es nada sin sus clientes. Un bosque no es nada sin sus hojas, sin los insectos que allí habitan, sin su olor característico, ¿lo entiendes?

Una ciudad sin sus habitantes, ¿de que sirve un lugar vacío? Estarás solo, sin nadie a tu alrededor, y podrás hacer muchas de las cosas que dicte tu imaginación, porque no habrá nadie que pueda juzgarte por tus acciones.

Sin embargo, no podrás hacer nada que involucre a otra persona.

No podrás reír en compañía, no podrás recibir un cálido abrazo. No podrás compartir ideas, no podrás platicar experiencias. No podrás besar a alguien, no podrás experimentar el sexo apasionado de las películas. Estarás solo, en esa ciudad vacía. Y eventualmente, casi siempre más pronto que tarde, te irás.

Porque no está en tí el estar solo o el estar sola. Admítelo; no lo está.

En el centro de la ciudad, en el parque de diversiones, en la discoteca; todos son lugares perfectos para hacer muchas cosas, tanto en compañía como en soledad. Pero también, son lugares precisos en los que, enserio, por tu bien y por el de otros, no debes hacer ciertas cosas.

¿Acaso orinarías en plena discoteca?

¿Acaso dormirías en pleno centro de la ciudad?

¿Acaso te drogarías en una atracción del parque?

¿Asesinarías en una estación de policia?

... 

Si... Eso pensé.

Este pueblo, este pequeño e ignorante pueblo, es perfecto para provocar muchas cadenas de sucesos, provocar muchos cambios, en todos y cada uno de los habitantes de esta ciudad.

Pero de igual forma, es el lugar perfecto para NO hacer otras cosas

En este lugar, una muerte es escuchada sin importar qué.

Un suicidio es inesperado sin importar qué.

Y estos sucesos, impactan en las personas.

Crean grietas. Crean agujeros en ellos. 

Crean vacíos. 

Es el lugar perfecto para lograr todo, todo lo que mi mente imagina con tanta precisión y cautela. Incluso puedo lograr mucho más de lo que soy capaz de imaginar.

Solo tengo que tener cuidado con la única cosa que no debo de hacer: cagarla.

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Ni siquiera me animé en volver a clases. Por Dios; era obvio que algo había salido mal con Archie, se le notaba en su aroma ligeramente manchado a fracaso. El punto es averiguar qué exactamente fue lo que salió mal en mi pequeña ecuación, o de lo contrario podría ser mi última. ¿Acaso el imbécil este por fin decidió publicar su negocio ilegal por Twitter? ¿Se drogó lo suficiente como para revelarle su itinerario a un oficial de la policía? ¿O acaso dejó tirado el celular en la calle a merced de cualquier idiota con los huevos suficientes? Estúpido ignorante de mierda.