Marco y Wirt estuvieron cuidando de Dipper toda la mañana. Ellos se preocupan mucho por él porque era el más débil, el más sereno y el que se meten siempre los demás.
-¿Te encuentras mejor?- preguntó Marco con una sonrisa amable.
-Sí... Lo siento por causaros más problemas de lo que ya hay...- dijo cabizbajo.
-No importa. Eres nuestro hermano y te adoramos.- dijo Wirt sonriendo y los abrazó.- Sois los mejores hermanos que uno puede tener.
Los tres sonrieron mientras se abrazaban. Luego Bill apareció para romper el momento.
-Well, well, well... Como ahora estáis en nuestro barco, tendréis que obedecer nuestros ordenes.- dijo con una sonrisa malicia.- Cada uno estará con uno de nosotros. Pinetree irá conmigo. El niño karateca con el tres ojos. Y el niño Gnomo con el venado. Ahora son de mi tripulación. Os enseñaremos todo lo necesario y os daremos hogar y comida. Ahora... ¡Pinetree! ¡Hazme la comida que tengo hambre!
Dipper lo miró. Bill se colgó en el cuerpo de Dipper e hizo un puchero.
-Bien, pero deja de colgarte en mi. Pesas más que una vaca.- dijo Dipper con dificultad de respirar.
-¡Dipper malo!- dijo con lágrimas falsas.
-¿Dip, necesites que mande al rubio a volar?- Marco preguntó con pose de lucha.
-No es necesario, Marco. Solo es cocinar. Si necesito ayuda, os llamo.- dijo con tranquilidad.
Dipper se fue a la cocina resignado con Bill siguiéndole detrás.
-¿Y nosotros que hacemos?- preguntó el mayor de los trillizos al menor.
-No sé...- miró a Beast.- ¿Tienes papel y pluma?
-Sí...- Beast mira a Wirt indiferente.
-¿Puedes traerme un poco?- preguntó el menor nervioso.
Beast simplemente entró en una habitación y luego volvió con unos cuantos hojas con pluma y tinte.
-Toma.- se va a su habitación.
-Gracias...- murmuró y se sentó en la mesa.
-¿Qué harás?- preguntó Tom mirándolo.
-Escribiré poemas... Ya que no tengo más cosas que hacer...- empieza a escribir.
-Iré a ver que hacer... Me estoy aburriendo.- sale y estuvo mirando el inmenso mar hasta que de repente vio un barco acercarse.- ¿Un barco? No me digas que...
-¡Marco! ¡La comida está lista!- gritó Dipper desde adentro.
Marco entró con prisa.
-¡Hay un barco acercándose!- le gritó a Bill, quien estaba comiendo la comida que preparó Dipper.
-¡Mierda!- se come todo de un trago.- ¡Todos a sus puestos! ¡Hay un barco acercándose! ¡Vosotros tres os quedaréis en la habitación!
-¡No pienso quedarme de brazos cruzados!- dijo Marco.- ¡Iré con vosotros!
-Nosotros también.- dijeron Wirt y Dipper al unísono.
-No. Es muy peligroso.- dijo Tom serio.
-Podemos ayudar. Confía en nosotros.- dijo los trillizos al unísono.
-No hay tiempo de cháchara. La pelea comenzará.- dijo Bill y les arrojó a los trillizos unas espadas.- Nos vamos...
