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El azabache caminaba con calma a su nueva escuela, como era siempre, habia rechazado a que lo llevarán en el auto.

Ya que él, no le gustaba quedarse a solas con sus cuidadores, no es que no les agradaba, al contrario ellos dos era lo unico que le quedaban despues de perder a su "hermana" y sus padres en un accidente automovilístico.

Odiaba recordarlos, siempre que lo hacia un moton de pastillas terminaban en su boca --no era bueno controlado sus impulsos --. Los extrañaba mucho...

Su padre que en paz descansé era uno de los mejores empresarios y su era una gran doctora. Ambos murieron cuando el era muy jóven.

Aún recuerda la mirada de su madre y sus ultimas palabras antes del viaje.

<<—"Mi vida...por favor cuídate. Toma todas tus medicinas ¿si?"—Aquella bella dama acaricio la mejilla de su amado hijo para finalizar con ub pequeño beso en la frente.— "Nunca olvides que te amamos"

En cambio su papá le revolvió el cabello y le regalo una sonrrisa sincera—"Cuidate campeón, no molestes a tu hermana"

El menor asintió a la orden mientras se despedía de ambos desde el marco de la puerta principal.

—"¡Los amo!"

Grito desde su lugar.

—"¡Y nosotros a ti! ">>

Sin darse cuenta habia terminado en la puerta de lo que ahora seria su nuevo salón, respiro profundo. Limpio aque lagrimas traviesas que habian salido al recordar a sus padres.

Agarro la perilla con cuidado y abrio la puerta mostrando una cara seria a sus nuevos compañeros.

Tu mirada • Shadonic •||1° Parte||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora