Mi amigo y yo veíamos a aquel planeta azul desde marte, el no conocía la tierra, y me decía: En ese planeta tan hermoso todos deben de quererse y ser felices; y yo le dije, con una sonrisa irónica: Si supieras que entre ellos se odian, hacen guerras, destruyen sus recursos naturales y mucha gente se muere de hambre desde hace siglos... vi que se le acabo la ilusión de golpe; entonces, le aconseje que no vaya a la tierra y que busque refugio en otras galaxias, en otros mundos, donde seguramente hay paz y la vida es mucho mejor.