-¿Miento cuando digo odiarte?
Kirby, una persona alegre y muy valiente dedica su día a día a hacer que Dream Land este a salvo al igual que sus amigos. Tiene una muy buena relación con el príncipe del reino de las telas, Hilván.
Pero un día, Kirby e...
En algún sitio de Pop Star, en las orillas de lo desconocido. Lograba distinguirse a la distancia un destello gris volar por los cielos, dejando tras de sí un rastro sombrío como si dos realidades fueran lentamente mostrándose en ese corto panorama, el cual terminaba con el destello aterrizar en tierra firme.
El lugar se encontraba desierto, por la simple razón de que una chica de tonalidades grises y blanca piel como la nieve se había dado una pequeña cena con los habitantes de ese pequeño y olvidado pueblo. La sensación del ambiente era igual al vacío, de pronto, lo único que se escuchaba eran los suaves ecos provocados por la suave y triste brisa que solo arrastraba arena.
Lo único vivo de este lugar era aquel destello el cual poco a poco iba tornándose más débil, revelando así que Dark Meta Kight. Quien apenas podía mantenerse de pie mientras que sostenía su máscara con fuerza e ira contra su rostro.
—Después de todo... Después de tanto esfuerzo... ¿Por qué no he logrado nada? —Su tono de voz era profundo aunque débil, aunque esa débil voz era lo único que podía llenar el vacío que había a su alrededor, mostrando más frustración al aferrar su mano con fuerza a la máscara. Que con tal fuerza esta fuera agrietándose más de lo que ya estaba hace tiempo.
—Sigo siendo el mismo patético ser que hace años. ¿Acaso di un miserable ciclo? ¡Ni siquiera fui capaz de darle frente a ella! ¿Cómo puedo llamarme a mí mismo un guerrero siendo tan débil? Si no puedo ni siquiera terminar lo que con tantas ganas ansias esperaba desde hace años, no pude acabar con él, no pude demostrar que no soy más que un...
Finalmente el silencio es ahogado por el sonido de la máscara al hacerse pedazos. Los cuales caían al suelo, sin embargo, Dark Meta Knight seguía con su mano en la misma posición estática, aunque ahora temblando de ansiedad, dejando caer los últimos pedazos de la máscara que se reunían con los otros fragmentos. Alzo su mirada al cielo nocturno, dejando salir con rabia una única oración que resonó por todo el ahora, pueblo desierto.
— ¡UN SIMPLE Y MISERABLE REFLEJO!
Poco después, cayó de rodillas en la tierra. Su rostro estaba totalmente oscuro, cubierto por la sombra que se formaba por la luz lunar, lo único que podía notarse en su rostro era un débil brillo carmesí saliendo de sus ojos, mirando fijamente con odio a los fragmentos de lo que era su máscara, mostrando reflejado en sí, un gran odio consigo mismo.
— ¿Qué sentido tiene sacrificarlo todo, si al final todo habrá sido en vano?
Era fácil notar por su tono de voz la cual iba lentamente quebrándose, finalmente haciéndose consciente de todos los actos que había cometido. Solamente por hacerse notar que era más fuerte que su contra-parte, todo lo cometido solo por demostrar su fuerza. No le había importado si quiera la estabilidad en la que Gray estaba en ese momento, nunca se paró a pensar en ella, que fuera lo que fuera, tenía un lugar en este mundo, en su mundo. Su rosto finalmente se ilumino por la luz de la luna que iba avanzando por el cielo por el transcurso de las horas. Revelando un rostro lleno de cicatrices a lo largo del cuello, mejillas y en su ojo izquierdo el cual parecía estar cerrada esa cicatriz desde hace tiempo atrás. Una piel pálida que nunca ha visto la luz del día y un cabello negro similar a las plumas de un cuervo.
Dicho rostro termino por humedecerse y finalmente llenarse de lágrimas, dejando que el silencio vuelva a llenar todo el lugar en cuestión de segundos.
