Regina y Daniel miraron a la muchacha que tenían enfrente, no debía de tener ni veinticinco años, los cabellos revueltos, sin contar la manera en que vestía.
-Entre, por favor- dijo Daniel, educadamente. Emma entró en la casa con su mochila al hombro. Observó todo a su alrededor, muy limpio y recogido. Daniel ayudó a Regina a sentarse en el sofá -¿Desea tomar algo?- le preguntó a Emma
-¿Tequila?- dijo sonriendo –Es una broma, me gustaría un poco de agua- dijo Emma
-Puede sentarse ahí- dijo Regina señalando un sillón beige, Emma dejó la mochila en el suelo y se sentó con las piernas abiertas. Daniel volvió a la sala con dos vasos. Uno de cristal y otro de plástico rojo con una cañita. Le dio el vaso a Emma y se sentó al lado de Regina, dándole a ella de beber.
Emma seguía observando todo, todo era muy grande, muy lujoso. Observó que en la sala había varios cuadros, pinturas abstractas, varias fotos de la mujer que tenía delante con el marido, y un piano.
-Gracias- dijo Regina con su voz ronca, robando la atención de la muchacha que ahora miraba hacia ella. Regina esbozó una sonrisa sin enseñar los dientes y Emma bebió de su agua.
-Entonces- dijo Emma, rompiendo el silencio y dejando el vaso en la mesita del centro -¿Cuál de los dos toca el piano?- Daniel aún la encaraba
-Yo toco...o mejor dicho, tocaba- dijo parpadeando rápido
-¿Por qué lo dejó? Creo que es uno de los instrumentos más hermosos para escuchar- dijo sonriendo, Regina la miró, sus ojos verdes brillantes y una sonrisa grande, miró al marido que observaba a la muchacha como si fuera un extraterrestre. Sabía que Daniel era como ella, bueno, en realidad, Daniel era como ella año y medio atrás, antes de la enfermedad. Daniel odiaba el desorden, el jaleo. Era un perfecto perfeccionista, por así decir. Daniel miraba a la muchacha incrédulo –"¿Acaso sabrá para qué es la entrevista?"- pensó. Emma entonces los miró a ellos que no sabían cómo responder y enseguida cayó en la cuenta, "¿cómo soy tan tonta?" –Ah, pues claro, ya entendí por qué lo dejó.- dijo avergonzada, mirando al suelo y tocándose las cortas uñas, dándose cuenta de lo que había preguntado.
-Es evidente que habrá traído su CV- no fue una pregunta, fue una afirmación el modo en cómo habló Daniel. Emma la miró a ella para saber lo que era un CV, los ojos verdes, grandes y redondos fijos en Regina.
-CV es un currículo- dijo la morena
-Ah, claro, claro. Sí, lo traje, está aquí dentro- dijo cogiendo la mochila y removiendo lo que tenía dentro, sacó un papel doblado, un poco arrugado, lo miró y se lo extendió a Daniel.
-Encontré a la señorita Swan en la web de la universidad- dijo Regina, esbozando una sonrisa al marido, que tenía el currículo de Emma en las manos
-Aquí dice que su empleo más reciente fue en un Starbucks de carretera y estuvo ahí menos de tres meses- miró a Regina -¿Te puedes creer?
-Ah- Emma se levantó y cogió el papel de las manos del hombre –Espere, disculpe- miró el currículo –No es este- lo estrujo y lo metió en la mochila, sacando otro papel, arrugado que entregó a Daniel –Es un poco diferente del que envié, adorné aquel un poco- dijo sonriendo, Daniel miró el papel –Entonces- miró a Regina -¿Quién cuidaba de usted antes? Si no le importaba decirlo
-De ninguna manera- dijo Regina –Tuvimos a una amable mujer que se ha ido y antes, mi madre- Emma levantó la ceja
-Vaya, qué valor- dijo sonriendo
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Bleeding Love
FanfictionTRADUCCIÓN del fic portugués del mismo nombre de featherIshope Sinopsis: Emma Swan es una universitaria medio perdida, que se está relacionando con un profesor casado y perdiendo el interés en su futuro académico. Comienza un nuevo trabajo, cuidando...