-Esto se salió de control-dije apretándome los cabellos.
La quería, y eso me estaba matando.
-Tranquilo, solo esas enamorado-dijo Louis tomando un sorbo del café que le había servido minutos antes.
Suspire-Ya no lo puedo negar- me volvía loco.
-Es una linda casa de campo-dijo refiriéndose al lugar- deberías traerla aquí apuesto a que le gustaría-dijo cambiando de tema.
-Este es el lugar más secreto que tengo, solo tú sabes que tengo esta casa-dije mirándolo-sería una locura.
-Pero ella es tu secreto-rio por lo bajo-yo sé lo que te digo, le gustara.
-No-negué.-solo la quiero lejos-mentí, claramente mentí.
-Así no la olvidaras,-afirmo-solo la desearas más.
-Solo quiero cuidarla a ella.
-No, ella es lo suficiente inteligente, para decidir si se enamora o no.
-Eso es egoísta-dije mirándolo
-El amor es egoísta.-tomo mi brazo-entiéndelo, no debes preocuparte por ella, ella sola es inteligente, no es como las otras-dijo tomando otro sorbo, suspire.
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Ellos no saben lo que hacemos.
No saben sobre el “Te amo”.
Pero te apuesto a que si supieran.
Estarían celosos de nosotros.
No saben de nuestros abrazos de toda la noche,
No saben lo que he esperado en toda mi vida,
Sentir un amor que se siente bien,
Nena, ellos no saben,
Ellos no saben de nosotros.
Pero quiero contarles
Quiero decirle al mundo que eres mía, cariño.***
Suspire, ella me mataba, todo de ella, su rostro ,su cabello, su forma de ser. Soy el chico malo que se enamoro de su timidez.
-Hola-dije por detrás de ella.
-Hola-dijo volteándose, notablemente aun andaba molesta.
-Quiero que vallas conmigo a un lugar-dije tomándole de la mano.
-Pues yo no.
-Eres una berrinchuda-dije exasperado, ella apretó los puños, arrugo la nariz y ¡Joder! ¿se tenía que ver tan tierna cuando se molesta?
-Déjame ir-dijo tranquila, controlándose.
Cogí su frágil cintura con mi brazos y la alce, era tan delicada, con sumo cuidado la acomode en mis brazos, y luego de unos segundos ya estaba dirigiéndome a mi auto.
-¡Bájame!-exigió.
-No, esto es divertido-dije al ver su expresión.
Ella solo me miro mal, y la metí al auto y en un ágil movimiento, yo también me subí a él.
