Porque te quiero [Stiles Stilinski]

CAPÍTULO 23.

Apenas amanecía y Stiles estaba bastante estresado. No recibía ningún mensaje por parte de Emily y lo único que le consolaba saber era que había hablado con Lydia antes de desaparecer. También que se encontraba acompañada de Argent y en el fondo sabia que al lado de ese hombre ella no correría ningún peligro. Miró a su padre con nerviosismo.

—Tú no vas a ir a México.

—Papá—le detiene—. Scott y Kira han sido secuestrados... y están en México. Creo que es una buena razón para ir.

El señor Stilinski caminó por su oficina y apoyó las manos sobre su escritorio, soltó un suspiro y dijo:

—Bien. Incluso si Deaton tiene razón sobre esto, lo mejor que podemos hacer es ir a través de los canales adecuados. 

—Papá...

—Eso significa llamar a las autoridades policiales, a las patrullas fronterizas y emitir un boletín.

—Papá—repite el chico—no puedo esperar a que la rueda de la burocracia empiecen a girar en cinco oficinas de gobierno diferentes. Alguien debe ir allí ahora mismo, encontrarlos y rescatarlos. Voy a ir.

El sheriff volvió a suspirar ante la insistencia de su hijo.

—Puedo prohibirte que vayas.

—Buscaré una manera.

—Puedo encerrarte en una celda.

—Aún así.

—Oh Stiles, por favor, solo dame un poco más de tiempo para verificar algo un poco más concreto que una visión paranormal de un tipo con un tercer ojo.

—Sí—contestó obviando el mal humor de su padre.

—Mira, voy a llamar a todas las agencias policiales que haya hasta América del sur si tengo que hacerlo. Si entonces no hay nada reservaré un vuelo a México. Iremos los dos, ¿vale?

—Sí, sí, genial. ¿Me darás un arma?

El sheriff lo miró incrédulo. 

—No.

🖤🖤🖤

Braeden siguió preparando todo tipo de armas para el rescate.

—No me gusta depender de estas cosas—dijo Derek.

—Lo entiendo. Echas de menos tú poder, yo también lo haría.

Él negó.

—No es por el poder es por ser capaz de ayudar, no quiero sentirme inútil.

—Yo soy humana—dice ella con una sonrisa ladeada—. ¿Te parezco inútil?

—Tu disparas mucho mejor que yo.

—¿De verdad crees que no vas a volver?

—Vivo no.

Braeden se sintió conmovida. 

—Sabes que no estoy de acuerdo con eso.

Derek se acercó a ella y colocó sus manos sobre el rostro de la chica, la besó.

—Yo sí. Si salvo a Scott y a Kira. Ni siquiera sé si será suficiente munición para acabar con un berserker.

—Ni por casualidad—comentó Peter, interrumpiendo su momento—. Matar a un berserker es casi imposible. No es solo la potencia de las armas, es romper el espíritu animal del humano.

—La única persona que conocemos con ese tipo de experiencia es Argent. Y sigue sin contestarme.

—Entonces vais a necesitar mi ayuda. La de Malia, tal vez Liam y desde luego a mí.