CAPÍTULO 20.

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Disparos. Gritos. Muertes. Familia. Emily se levantó sudando y soltando gritos de auxilio. Miró a todos lados y se calmó cuando vio que estaba en su habitación. Limpió todo rastro de lágrimas y vio que ya era de noche. Definitivamente había dormido durante todo el día. Vio los mensajes en su teléfono y se extrañó en no ver ninguno de Stiles. Estaba aún aturdida por la reciente pesadilla por lo que prefirió no escribirle. Con los pies descalzos se adentró en el baño y tras encender la luz, se horrorizó al ver su aspecto en el espejo. Su rostro parecía el mismo arco iris, pero su cara no estaba hinchada.

—Por lo menos el maquillaje hará que no parezca el maldito Hulk—murmuró mientras se palpaba la cara con cuidado.

Era viernes y de noche, no sabia hacia donde ir. Mason le había mandado varios mensajes sobre una hoguera que se haría en el instituto pero ella no estaba con ganas de fiesta. También leyó varios de su prima, tenia cosas que hacer y volvería tarde. Lo que si le extrañaba más era no haber recibido la visita de su hermana, Chantel, tal vez todos habían decidido dejarla descansar durante todo el día. Dejó de darle vueltas al asunto y optó por llenar la bañera con agua caliente y espuma con olores deliciosos.

Durante el día que Emily se dedicaba a dormir tras la paliza el resto de sus amigos habían pasado por fuertes situaciones en el instituto y fuera de éste. Lydia en compañía de Stiles habían descifrado otra parte de la lista, pero de gente muerta. Derek ya no estaba en ella y el valor de Liam había subido millones más. En la fiesta de la hoguera; Scott, Malia y Liam estaban siendo atacados por desconocidos. Emily cerró los ojos y se dejó llevar por la suave melodía de su teléfono. Stiles y Lydia estaban atrapados en Eichen House, apunto de ser asesinados por el mismo enfermero de siempre.

Saltó de la bañera en cuanto recibió el mensaje de ayuda de Mason. Se enfundó en unos pantalones cortos,  un gran abrigo y se colocó sus deportivas. Salió corriendo de la casa y entró en uno de los vehículos de su prima. Manejó a una velocidad impresionante y si se llegaba a cruzar un policía, se llevaría una gran multa. No quedaba lejos por lo que llegó muy rápido. Se escuchaba por todos lados el gran bullicio de la fiesta. No dudó ni un solo segundo en correr hacia donde le había dicho que estarían. A lo lejos vio a Mason con el rostro lleno de pánico.

—¿Qué ha pasado?—gritó por lo alto que estaba la música.

—Hay que decirle al dj que paré de tocar.

Emily lo miró sin entender, en el mensaje no le había explicado nada, solo le había dicho que fuese lo más rápido que pudiese.

—Se han llevado dentro a Liam—ella se alarmó—también a Scott y Malia.

—¿Quienes?

—No sé quienes eran, ve a seguirlos y yo iré a apagar la música.

Ella asintió sin pensarlo dos veces y comenzó a correr como si no hubiera un mañana. Paró por el pasillo y vio a varios hombres rodear a sus amigos. ¿Qué estaba pasando? Se tronó los dedos y se acercó llamando a los desconocidos. Al darse la vuelta vio que más hombres aparecían.

—Vaya...—murmuró ladeando la cabeza—que comience la fiesta.

Uno de ellos se acercó y ella no tardó en esquivarlo y hacerle una llave extremadamente dolorosa. Continuó golpeando a otro y enseguida se vio rodeada, no se dejó intimidar y siguió golpeando a diestro y siniestro. Cogió un extintor y les iba a dando a todos en la cabeza, hasta dejarlos inconscientes. Sonrió de lado al ver que otros tres se acercaban y suspiró cuando su prima y Derek aparecieron. Al terminar se acercó a ellos y miró a Scott con una sonrisa.

—Espero no haberlos matado, ¿por qué estáis cubiertos de gasolina?

—¿Qué haces aquí?—cuestionó Braeden.

Porque te quiero [Stiles Stilinski]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora