Capítulo 15: ¡Fuego destructor! ¡Maria y el pequeño fénix!

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Maria: Aoi-sensei estaba triste.

Nami: pues ¿Como no darse cuenta? Todas sus pinturas eran de mujeres llorando. No me sorprendería que para la próxima clase no hubiera materiales en el salón de arte.

Maiko: ¿Tú crees?

Nami: quizás...terminó con su novio.

Maiko: ¿Cuál de los cinco?

Nami: ¿Quién sabe? Increíble que ninguno se ha dado cuenta.

Maiko: o alguno se dio cuenta y Aoi-sensei se siente triste por eso.

Nami: acuérdate como es Aoi-sensei. Si la hubieran descubierto no haría eso. Simplemente saltaría por la ventana con una gran sonrisa diciendo: ¡Adiós Alumnos!

Maiko: tienes razón. Ya han pasado más de seis años, debe ser todo un record para ella.

Maria: ¿Un record? ¿Eso creen? Um... O es muy astuta o los cinco son tan tontos que...

Shiro: ¡¡Wa!!

Yuna: ¡¡Ah!!

Él sobre mí...el séquito de Maria mirándonos....un pajarito azul silbando afuera por la ventana... y Maria...

Maria: ¡¿Que crees que le estas haciendo a Shiro-sama?!

Yuna: ¿De que hablas? Él esta sobre mí.

Shiro: ¡Puedo explicárselos!-se levanta rápidamente-.

Nami: lo sabía.

Maiko: justo lo que pensamos.

Nami y Maiko: ¡Ustedes dos! ¡Tienen una relación romántica a escondidas!

Maria: no es cierto...no puede ser cierto -se convirtió en un cristal sin vida-.

Shiro: ¡No! ¡Se equivocan! ¡Están muy equivocadas las dos!

Yuna: miren. Maria esta adentro de un cristal.

Shiro: en pocas palabras.-Hablando como un príncipe-. Fue en la mañana, después de haberme ejercitado con mis pesas. Fui directo a la escuela, luego después de la clase de arte...llegó la hora de descansó y de casualidad me encontré con Shinju-sensei, quien me pidió que ayudara a Shirayuki con aquellos pesados papeles. Como ven, no puedo dejar a una mujer cuando esta en apuros.

Maiko: ¿Entonces?

Shiro: estábamos apunto de llegar a nuestro destino cuando apareció eso, nada mas ni nada menos que una banana.

Maiko, Nami y Yuna: ¿Banana?

Shiro: me resbalé, terminé arrastrando conmigo a Shirayuki. Caímos y luego nos encontramos con ustedes.

Maiko y Nami: Eso sonó como una mentira.

Shiro: ¡Créanme! ¡¿No me creen?! -hablando como delincuente-.

Maiko: es que una banana no suena un poco...

Maria: ¡¿Que creen que están diciendo?! -Rompiendo el cristal con su puño-. Es obvio que a Shiro-sama quisieron tenderle una trampa ¡No se preocupe Shiro-sama! ¡Yo Maria encontrarè al culpable! ¡Vamos!

Yuna: que rápida.

Maiko: ¡Maria!

Nami: ¡Espéranos!

Yuna: ahora que se fueron ¿Banana?

Shiro: no podía decirles la verdad (Pensar que fue al revés, ella me tuvo que ayudar con esos pesados papeles y para colmo perdí el equilibrio. Solo pensé en no dejarlos caer y al final terminé sobre ella y el séquito de Tachibana mirándonos con esos ojos acusadores.).-Llorando por dentro-.

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