Capítulo 4: una nueva familia.

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Yuna: Eh caminado y caminado, ¿A dónde debo ir?

Desde que deje la mansión me eh sentido muy feliz pero ahora me siento...

Yuna: me siento perdida.

Oficial: oye niña.

Yuna: ¿yo?

Oficial: si tú. Haz estado durmiendo aquí desde hace dos días ¿Qué no tienes a dónde ir?

Yuna: bueno. La verdad no.

Oficial: acompáñame, te llevare con un oficial para que te lleve a casa.

Yuna: ¿Un oficial?

Hay no, si un oficial me empieza a hacer preguntas y descubren la isla estaré obligada a volver con ellos.

Yuna: en realidad, mis padres me abandonaron y me dejaron a mi suerte.

Mentir está mal, pero no queda de otra.

Oficial: entonces tendrás que ir a un orfanato.

Yuna: ¿Orfanato? ¡Espere!.

Oficial: ¡vámonos!

No quiero ir a un orfanato, dicen que es un lugar horrible, no.

Al final termine yendo con él. ¿Qué hago?

Una mujer gritaba desde lejos: Otaru, querido.

Otaru: ah allí estas Megumi.

Megumi: cuanto tiempo sin verte. Que te parece el vestido que me compre.

Otaru: Es hermoso, te vez hermosa.

Megumi: Sabes Francia es lugar maravilloso. Traje fotos mías de todos los lugares. Ojala hubieses podido venir.

Otaru: tú sabes que me necesitan en la panadería sobre todo ahora que tenemos más clientela.

Megumi: es cierto.

¿Serán pareja? Pero ella se ve muy joven y refinada.

Megumi: valla, valla y ¿Quién es esta linda pequeñita?

¿Pequeñita?

Yuna: mi nombre es...

Otaru: mira allí está el oficial, vamos.

Yuna: espere un momento. No quiero ir a un orfanato realmente.

Megumi: no puede llevarla a un orfanato. Pequeña ¿No quisieras quedarte con nosotros?

¿Pequeña? Otra vez.

Otaru: espera un momento Megumi.

Megumi: es que siempre quise una hija.

Otaru: ¿realmente deseas una?

Megumi: con todo mi corazón.

Otaru: pequeña.

¿Usted también?

Otaru: ¿te gustaría formar parte de nuestra familia?

Yuna: una familia ¡Si, ansío muchísimo tener una!

Otaru: que no se diga más, preparemos los papeles de adopción.

Megumi: ya no puedo esperar. Vamos ahora querido.

Otaru: con calma Megumi.

Megumi: querido.

Otaru: vamos a pensarlo con calma.

Megumi: ¡Querido!

Sin querer, encontré una familia.

Fuimos a una cabaña donde un señor nos ofreció sentarnos, nos entregó los papeles de adopción para llenarlos.

Megumi: ahora que lo veo. ¿Cuál este tu nombre?

Si les digo Yuna quizás cuando me busquen se llevarán a varias con ese nombre en una avión a la isla. Mis padres son capaces de todo.

Yuna: mi nombre es...

Otaru: recién me doy cuenta pero, tu ojo y este otro tiene colores diferentes.

Yuna: sí.

Megumi: que bien tendremos una hija única.

Yuna: gracias. -Se sonrojo-.

Megumi: que linda se sonrojo.

Otaru: su cabello es blanco como la nieve, se derrite fácilmente y trae sonrisas a la gente.

Megumi: como a nosotros.

Yuna: entonces yu...

Megumi: que tal Yuki o Yukina.

Otaru: no, es muy común.

Megumi: blanco, nieve...Shiro.

Otaru: no sería mejor Shira.

Megumi: y si mejor te llamamos Shirayuki ¿Qué te parece?

Yuna: Shirayuki ¿Cómo blanca nieves?

Megumi: si tú quieres.

Yuna: sí. Suena lindo.

Megumi: decidido te llamaras desde hoy Yamagushi Shirayuki.

Y así termine llevando ese nombre.

Yuna: voy a echar un vistazo a mi cuarto.

Megumi: tu cuarto todavía no está hecho, pero si no puedes esperar más, mejor ve...

Otaru: ¡Shirayuki! ¡Espera no entres ahí!

Megumi: ¿No lo sacaste? Te dije que lo hicieras cuando me fui.

Cuando entre lo primero que hice fue subir las escaleras y encontré una habitación muy llamativa, todo estaba de color rosado, volteo mi cabeza a la izquierda y pude ver cerca del ropero una cuna del mismo color. Antes de darme cuenta mis nuevos padres estaban en la puerta.

Yuna: perdón, no debí entrar sin permiso.

Otaru: no importa. Iré a tomar un poco de té.

Megumi: yo me quedare con ella

Yuna: ¿Hice algo malo?

Megumi: tu no. Yo sí.

Otaru estaba detrás de la puerta

Yuna: tú eres muy joven y el muy mayor.

Megumi: cuando me case con Otaru, pensé que maravilloso es este día; mis padres nunca aceptaron nuestro matrimonio por la diferencia de edad y la disputas de nuestros abuelos, nuestras familias se odiaban.

No sé por dónde empezar a contar, en ese entonces mi cabello era corto y Otaru estaba estudiando para ser un astronauta, debo decir que la primaria fue el fruto de nuestro amor, donde todo comenzó.

Pájaros volandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora