Inspiración

35 11 9
                                    

Hoy te he visto de lejos pero al menos he conseguido verte, ¿por qué no he podido pasar por esa acera? Y verte más de cerca, y saludarte, y darte dos besos, y hablar, y preguntarnos cómo estamos ... ¿por qué?

En el momento en el que me he dado cuenta de que eras tú, sin pensarlo, ha brotado una sonrisa, una sonrisa sincera que te dedico siempre que te veo. Y me encanta cuando tú sonríes, alegras a todos aquellos que hay a tu alrededor. Simplemente porque eres así, la gente con verte ya es feliz y sonríe.

Este es uno de esos momentos que te hace sonreír y cuando lo quieres contar y compartir, resulta que esa persona no está bien, ¿y lo peor de todo?, que no sabes la razón, ni esa persona en concreto lo sabe y tú solo esperas que no sea otra vez lo mismo, ese lo mismo que más de una vez le ha hecho la vida muy difícil a esa persona que tú tanto aprecias.

En ese momento, me gustaría ponerme yo en su lugar y ser yo la que esté mal y prefieres ser tú la que se encuentre en esa situación. ¿Por qué cuándo me pasa algo bueno, por mínimo que sea, esa persona que aprecias no está bien? ¿Debería dejar de preocuparme tanto por lo demás y empezar a preocuparme por mí misma?

Ese es uno de mis grandes problemas, muchas veces solo sé preocuparme por los demás y no por mí misma y no sé las razones, simplemente soy así, y no puedo actuar de otra manera.

Así soy, una persona que le cuesta menos preocuparse por lo demás, doy consejos de amor y nunca he sentido lo que es amar, una persona que adora dedicarle tiempo a los demás y que odia ver a los demás mal, que más de una vez se ha guardado sus sentimientos para quedar en segundo plano.

Y disfruto siendo así porque a mí y también me ayudan y se preocupan por mí si estoy mal y me dan consejos de amor, y me hacen reír, y eso se agradece mucho, porque son las cosas que de verdad te hacen feliz en tu día a día, los gestos, las sonrisas, las carcajadas, los sentimientos compartidos, esos momentos son lo que de verdad valen la pena, para toda la vida, ¿te hace falta algo más para ser feliz? Porque en mi opinión, con esos momentos, podemos llegar a ser muy felices durante un tiempo.

A lo mejor estáis pensando que el comienzo y el final no tienen nada que ver, ¿por qué? Pues ... es algo que yo también me lo estoy preguntando, es lo que pasa cuando dejas que sea tu inspiración la que mande por un momento.

ReflexionandoWhere stories live. Discover now