3

229 12 0
                                    

Me despierto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me despierto. Solo veo cuatro paredes blancas y yo conectada a una máquina.

-Ah bien, despertó. - me dice el doctor de antes -Se ha desmayado, por si se lo pregunta. -

- ¿Dónde está él? - no me importa otra cosa que no seas tú.

-En el piso de arriba, habitación 34, pero espérese a que le demos el alta. -

-Doctor, ¿estoy bien verdad? - él asiente con la cabeza -Pues déjeme ir. -

-Bien. Entonces firmé aquí y podrá irse. - firmo lo más rápido posible que me permite mi temblor y salgo de la habitación.

Corro por el pasillo. Mis piernas tiemblan y mis pies están entumecidos, no los siento, pero sigo corriendo. Llego al ascensor y aprieto el botón repetidamente hasta que las puertas de este se abren. Es solo un piso lo que tiene que subir, pero siento que son 6 y que nunca llega. Mi pulso empieza a acelerarse al ver que nunca se para, y cuando lo hace empiezo a correr de nuevo sin ni siquiera esperar que las puertas se abran del todo. Mis pies resbalan y siento que voy a caer en cualquier momento, pero no aturo mi ritmo. 30,31,32,33... ¡34!

- ¡Yoongi! - grito desgarradoramente al verte y abalanzándome sobre ti. Sentir tu contacto en mi cuerpo me eriza el bello. Estás frío, como la blanca nieve que cae en invierno, pero no me impide continuar estrechándote entre mis temblorosos brazos. Te aprieto en mi pecho, apoyo mi cabeza en tu hombro y empiezo a llorar como nunca antes lo había hecho -Yoongi, n-no puede ser, esto... ¿Esto es un sueño, ¿verdad? - balbuceo no queriendo aceptar la imagen frente a mí. Mi cuerpo suelta leves espasmos y te balanceo suavemente queriendo que despiertes -Esto es solo un puto mal sueño y voy a despertar encontrándote a mí lado abrazándome. ¿Verdad? - hablo mientras siento mi corazón reducirse ante el dolor. Cierro mis ojos queriendo evitar el llanto, pero lo que siento es tan fuerte que se me hace imposible no llorar, no morir por dentro. Sollozos y quejidos lastimeros se escuchan del interior de mi garganta, y todo mi ser quema ante el dolor.

Y así me quedo durante segundos, minutos o tal vez horas. Tú entre mis brazos y yo entre tu alma.

17:39 - m.ygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora