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Al llegar a tu habitación me quedo parada frente a la puerta, mis piernas tiemblan ligeramente y estoy nerviosa

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Al llegar a tu habitación me quedo parada frente a la puerta, mis piernas tiemblan ligeramente y estoy nerviosa. Hoy hace tres meses que estás en coma y duele como el infierno no saber cuándo vas a despertar.
Tomo el pomo, me fijo mi mano, ésta también tiembla. Suspiro resignada y entro.

Estás algo mejor; algunas heridas cicatrizaron y recuperaste algo de color, pero no eres tú. Sigues estando en algún lugar del cual no puedes despertar y causa impotencia hacía mi persona. Me siento estúpida por no poder hacer nada así que simplemente me siento en tu camilla y acaricio tu mano. No dices nada, no puedes, y yo te imito.

Me sorprendo al sentir una lágrima caer por mi mejilla. Me toco los ojos y sí, definitivamente estoy llorando.

Está vida está vacía sin ti.

17:39 - m.ygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora