Ciego. |Larry| |Propuesta|

7. "Gran fin de semana"

                                                                               7. "Gran fin de semana"

Llevabamos un gran tiempo hablando y riendonos, pero se puso bastante incómodo cuando el solo preguntó sobre porque perdí mi vista, es un tema que jamás conté, solo los saben los que lo vieron y ya, cuesta mucho superar algo de hace mucho tiempo. 

-Hazz, si quieres cuéntalo. No te precionaré.

-No, Lou. No lo contaré.

-¡Hey! ¿Te apetece un helado?

-¿Qué hora es, Tomlinson?

-Las doce, rulos.

-¿Crees que estarían abiertas?

Rió y me empujó levemente.

-¿Quieres volver, Hazz?

-Si no te aburriría de llevarme..

-¡No, claro que no! Venga, vamos.

Y me tomó de la mano, haciendo que mi respiración se corte por su tacto. Creo que ya me eh enamorado de mi héroe. Muy bien, Harry. Seguramente el tendría millones de chicas a su disposición, pero no, imaginando cosas que hacen que caigas muy fuerte a la realidad.

-Harry

-Dime, Lou

-¿Te han dicho que tienes lindos ojos?

Sonreí de costado.

-Antes los tenía lindos, supongo.

-¿Por qué piensas que no ahora?

-No lo sé. ¿Cómo los tengo?

Sentí su tímida sonrisa en el aire.

-Son unos verdes, un precioso verde, pero clarísimo. Son unos ojos lleno de alegría, llenos de paz. Unos ojos esmeraldas gastadas, pero se ve tu estado de ánimo en ellos. Así lo tienes, para mi.

Joder, calma tus mejillas, Styles. Cálmalas.

-Se me hizo tierno.

-Sonó raro.

Y escuché su risilla, haciéndome reír torpemente.

-En fin, ya vamos llegando.

-Gracias, Lou.

-No me agradezcas, torpe. Lo hice por que sí.

-Hace mucho que no salía..

-Oh..

-Es un gran fin de semana.

-Mira que solo empezó. Vaya, ya llegamos.

-Se nos hizo rápido.

Sonreí de costado mientras buscaba mis llaves.

-Mandale saludos a tu madre

-¿Ajam?

Rió. 

-Ya entra, hace frio.

-Adiós, Lou.

-Adiós, Hazz.

Y sus labios finos se posaron en mi mejilla, haciéndome sonrojar levemente y sonreír como un idota. Me pisó un poco para indicarme que se iba y me despedí. Abrí y cerré la puerta detrás de mi. Y se escuchó una risa divertida de mi madre. Y sus brazos me encojieron todo el cuerpo. Haciendome reír.

-¡Te extrañé!

-Yo no

Mi madre bufó.

-Que bien se llevan Louis y vos, eh

-¿Ahora me espías, mamá?

-Es un niño muy bonito.

-Uf, cállate.

-¡Te pusiste tan rojo cuando te dió un beso!

-¡Mamá!

-Sus ojos también estaban contentos.

-¿Podemos ir a dormir, ma?

-Si, vamos.

Mañana será un día bastante largo.