« frustración »

796 78 7
                                    

El cuerpo de Jihoon cayó al sofá con fuerza, y a pesar de haber sentido un pequeño dolor en su espalda, no tomó ni la más mínima importancia a ésto cuando notó a Daniel ya posicionado sobre él, quitándose la camisa sin cuidado alguno de que algún botón pudiese salir de su lugar.

Jadeó cuando la boca del rubio fue brutalmente estampada contra la suya, besándolo con fuerza y una muy, muy notable excitación.

Daniel no tardó demasiado en introducir su lengua en la cavidad bucal del menor, acariciando con una de sus manos la delgada cintura que éste lucía, mientras con la otra presionaba la suave carne que portaba Jihoon en sus muslos. Cuánto adoraba tocar aquella zona del castaño, apretando con elegancia sin intensiones de lastimarle.

Sus labios fueron bajando para tocar la tersa piel que Park presumía en la zona de su cuello, besando, lamiendo y succionando de vez en cuando para dejar un par de marcas a su paso, dando a conocer que Park Jihoon, el chico que conquistó a toda la nación, le pertenecía. A pesar de saber que luego maquillaría ese lugar para evitar exhibir aquellas marcas al público.

Picoteó con más deseo la clavícula de su menor, cosquilleando partes de su estómago para levantar la camisa que le habían acomodado al castaño.

—Dios. En diez minutos comenzamos a grabar y ustedes están aquí. Se nota que no saben encontrar el momento. ¡Acomódense toda la ropa, ordenen todo de ustedes como corresponde y vengan al estudio, ahora!

Minhyun había entrado a la sala donde la pareja estaba luciéndose, recordándoles que ese día iban a grabar un programa y no podían estar haciendo ese tipo de cosas a sólo unos minutos antes de comenzar.

La pareja no movió ni un sólo músculo desde el instante en que oyeron la demandante voz que el mayor les dedicó, intentando regular sus respiraciones y despejando sus mentes de cualquier pensamiento que había atacado su imaginación por la situación que estaban experimentando hace sólo un minuto atrás.

—Apresúrense si no quieren que sea el mánager en vez de yo quien los venga a ver. —murmuró por último para cerrar la puerta, dejándolos nuevamente solos.

El par, quienes continuaban en el sofá, temblaron ante la idea del mánager viéndolos así.

【 ❁ 】

Daniel sonreía para la cámara, que para su suerte los televidentes no notaban que estaba cargada con un puro sentimiento de frustración.

Frustración únicamente sexual.

Había tenido que solucionar su molesta erección con una de sus manos en el cubículo más cercano que encontró, pues JiHoon aún debía terminar su maquillaje.

Oía con atención lo que todos hablaban; o al menos pretendía hacerlo. Su cabeza estaba totalmente perdida en la idea de querer hacer el amor con su novio después de un mes sin un sólo roce. Quería hacerlo donde sea, en la posición que fuera, sólo deseaba volver a sentir su exquisita estrechez, su deliciosa piel sudada rozando con la suya propia, oír los tan altos y agudos gemidos que siempre iban acompañado de su nombre, el cual se escuchaba increíblemente bien si salían de sus rojos e hinchados labios. Deseaba expresar sus sentimientos en aquel acto carnal, ya comenzaba a volverse loco por tanto.

Posó una de sus manos en el muslo derecho de JiHoon, dejándola ahí. Le molestaba que este estuviese cubierto por la tan áspera tela de su jean (ese día tan ajustado), además de no poder arrancarlo con fuerza gracias a la gran cantidad de cámaras que acosaban cada ángulo de su cuerpo y comportamiento.

Apretó sin fuerza entre sus dedos aquel delicioso muslo. Nadie, pero nadie imagina las increíbles ganas que tiene Daniel de besar la piel de aquella zona, de marcar con sus labios y mordidas, de verle a su completa disposición.

one-shots; nielwink.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora