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—Era un idiota. —habló DaeHwi, ya incluso un tanto desinteresado en el llanto de su mejor amigo. —Te lo advertí desde un inicio. Pudiste tomarme en cuenta.

Sí, tal vez no debería estar quitándole importancia al dolor de JiHoon, considerando que es su mejor amigo y en ese momento necesitaba de su apoyo. Pero, él estaba completamente seguro que, como siempre, sólo tardaría unas horas en olvidarse por completo del tipo que le decepcionó por la mañana.

Bien, JiHoon y ese tipo habían intentado salir varias veces, su amigo parecía ser que realmente gustaba de aquel chico: pero DaeHwi siempre le recalcó que ese muchacho parecía del tipo que aprovechaba de no-buena-forma su atractivo. Y estaba en lo correcto: por la mañana, su amigo Park se enteró que SeongWū realmente comenzó una relación con un tal MinHyun hace unos días atrás.

—¡Creí en él! —sollozó, limpiando las lágrimas que caían por sus ojos cada un par de segundos. —Diablos, era tan guapo.

—Hay un montón como él afuera. Es sólo cuestión de salir a buscar.

—Era precioso. —puchereó, ya sin lágrimas atacando sus párpados. —Me gustaba mucho su rostro. También era un buen cantante.

—Y todo eso lo usaba para encantar a otras personas. —DaeHwi desordenó el cabello de su amigo, acomodándose en el sofá justo al lado del otro. —Te lo dije. Sabía que sería de ese tipo.

Puchero.

Puchero.

—Deja eso. —quejó el menor. Tenía una cierta debilidad por la actitud tierna de su mejor amigo. Se le hacía como un niño, realmente le enternecía. —De todas formas, te regañaré otro día. Sé lo que quieres ahora.

—¿Y qué quiero ahora?

JiHoon mordió su labio, estando aburrido de sólo estar en casa. DaeHwi tenía razón después de todo, ya parecía haberse olvidado de SeongWū.

Lee sonrió, mostrando la brillante pantalla de su teléfono móvil.

—Comida, cerdito.

—No me llames así, hm.

Su amigo rió ante el infantil puchero que pronto se hizo notar en aquel bello rostro, volviendo la mirada a su teléfono para encargar la comida que sabía JiHoon deseaba.

Gracias al cielo, había una aplicación que conoció hace poco; llevaba la comida a la puerta de tu casa y gracias a ella podías facilitar la tarea de cocinar por únicamente esperar.

Beep-- beep--

—Hum, Dae. Tu télefono.

Observó la pantalla de su móvil y de inmediato se alejó de su lado, con el objetivo de contestar la llamada entrante, proveniente de su novio.

—Oh, —habló, de pronto asomando su cabeza de entre la pared que separaba la habitación donde Hoon se encontraba, y donde Dae había ido. —Hoonnie, mientras puedes pensar que te gustaría pedir, yo invitaré.

El mayor tomó su móvil. No le era muy complicado imaginar que es lo que deseaba. Él realmente es un amante del pollo, sólo eso necesitaba para curar su corazón.

Sus dedos actuaron por sí solos. Él no quería enviar un mensaje a SeongWū; pero sus instintos lo anhelaban.

Puchereó. Pero no, no lloraría.

No lo haría.

—Bien, bonito. —sonó la aguda voz de su mejor amigo, bloqueando la pantalla al segundo restante cuando le vio estar ya caminando hacia él. —Yo debo irme.

one-shots; nielwink.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora