Porque aunque Yoongi lo deja esperando cada noche hasta la madrugada, para llegar con aliento a alcohol y su camisa manchada de brillo labial. Jimin lo ama con locura, lo ama con su estúpido y ciego corazón.
¡Ganadora en los You Know I Know Awards 2...
Lo voy a regresar, pero lo voy a editar (eventualmente)
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Pasada la media noche, el castaño observa el reloj, se hace la una, luego las dos. Cuando son las tres sus párpados quieren cerrarse, su corazón se estruja. Ya pasó por esto, pero aun así los pensamientos de que algo le ocurriera al pelinegro, lo asustan de una manera aterradora.
Porque aunque Yoongi lo deja esperando cada noche hasta la madrugada, para llegar con aliento a alcohol y su camisa manchada de brillo labial, Jimin lo ama con locura, lo ama con su estúpido y ciego corazón.
Aun sabiendo lo que pasa, Jimin no quiere aceptarlo. No quiero aceptar que su amado esposo le haga tal cosa.
Pero a veces, el amor no es suficiente para voltear la mirada y fingir, al final el dolor te hace ver la verdad.
Escucha el sonido de la puerta siendo abierta, se queda inmóvil en el sofá, tan solo junta sus manos y juega con sus pequeños dedos. Tal vez tuvo imprevistos en él trabajo, tal vez tenía que quedarse revisando documentos otra vez, tal vez había tráfico...
A las cuatro de la mañana.
"Dios, eres tan estúpido. Mírate esperando como una esposa sumisa, mientras él se revuelca con cualquier prostituta barata."
Una voz en su cabeza lo atormenta, él sabe que solo es su cerebro recalcándole lo obvio, lo que él sabe desde hace seis meses. Lo que nunca quiso aceptar, algo que quería ignorar con todo su ser.
Claro que dolía, dolía de una forma tan terrible que no podía explicarse. Y aún así... No quería separarse de Yoongi, era el amor de su vida.
¿Qué haría sin él?
A Jimin le asustaba un futuro sin su esposo. Un futuro sin su humor tan cambiante, pero amorosa forma de ser. Sus lindos ojos gatunos y delgados labios, sus grandes y venosas manos que contrastaban tanto con las suyas, su blanca piel y sonrisa brillante. Sus sueños, anhelos, gustos y disgustos. Estaba tan enamorado que no quería ni pensarlo.
La puerta se cierra de golpe y escucha una risa que lo saca de sus pensamientos, sus manos sudan, no está seguro de si sentirse feliz de que Yoongi llegara con bien o asustado de preguntar dónde estaba.
Con quién estaba.
Pasos torpes se acercan, el castaño se levanta lentamente del sillón y gira a encarar a su esposo.
— Jiminnie
Un susurro ligero y cargado de ebriedad, Jimin no se sorprende.
— Uh, pensé q-que estarías dormido. — Habla entre hipidos, apenas puede mantenerse en pie. La ropa desarreglada y el cabello revuelto.
— Yo, estaba preocupado. — Baja su mirada y muerde su labio evitando soltar las lágrimas. Con todas sus fuerzas, intenta ignorar esa apariencia tan conocida.
