Ha pasado ya un año desde Byul bajó del cielo, rara vez podía conversar con ella por tantas cosas que tenía que hacer, los chicos al igual que yo nos emocionaba al saber que pronto debutaríamos, nos dieron un ligero descanso de una semana, volví a casa y al llegar veo a mis padres, estos veían televisión.
-¿Y Byul?- madre agacha la cabeza.
-Ella se fue...- me da el collar -me dejó esto- tomo el collar y de inmediato corro a mi habitación, no lo podía creer ¿Irse sin decírmelo? En el momento en que abro la puerta veo su silueta justo al lado del telescopio, sonríe al verme.
-Hola Taeyang- me abraza con fuerzas al igual que yo a ella, mi frente toca su frente y la punta de nuestra nariz hace lo mismo, cierro los ojos al momento en que ella lo hace -extrañé tu calor- susurra bajo -¿Cuantos días te quedarás?- no quería escuchar eso.
-Una semana- trago saliva, Byul se separa de mi.
-Yo... te tengo una noticia, ya se como volver a casa, esta noche lo haré, encontré a la estrella que se volvió humano, su esencia me lo indicó que era, se sorprendió al reconocerme, ya es un humano viejo- niego al escuchar eso, pero no podía detenerla, ella quería volver a casa.
-No, no hagas eso, nunca te vayas, nunca me dejes- Byul niega, ve su collar en mis manos.
-Puedes quedarte con el, cuando lo veas acuérdate de mi, pon tu vista al cielo de día o de noche, estaré en siempre el mismo lugar, no estoy echa para ser humana Taeyang, soy diferente a todos- toma mi mejilla.
-Eres especial, especial para mi, eres mi estrella- cierro los ojos, siento como rodea mi cuerpo con sus brazos.
-Te cuidaré desde allá- se separa, toma mi mano y ambos salimos de casa.
Viajamos tantas horas hasta llegar al campo, este estaba muy bien cuidado, Byul corre hasta llegar a una casita pequeña, una anciana la abraza y esta a ella.
-Creí que no volvería a verlos- menciona Byul -He decidido volver al mi lugar- observa a un anciano, el anciano sonríe.
-¿Estas segura de eso- Byul alza la vista.
-Si... no puedo vivir aquí- el anciano asiente, saca una caja extraña, le da un fragmento, este era rojo intenso y muy luminoso, Byul lo toca, veo como se va desintegrarse y así desaparecer sin despedirse, el viaje de vuelta a casa fue largo, no podía creer que había vuelto, lo primero que hago al llegar es ir directo al telescopio, lo fijo y veo que Byul ahí estaba, siendo de nuevo la estrella más brillosa entre todos a su alrededor, esta vez su luz era más brillante ¿Acaso transimitía calor a todos? Sonreí con tristeza, pero al menos sabía que ella volvió a casa.
