Ahora eres mía.

Capítulo 28.

Presioné la cuchilla en mi piel, rompiéndola y dejando la sangre fluir fuera de su camino.

De repente escuché un ruido pero no me importaba, iba a acabar con todo. Cerré los ojos porque empezaba a ver borroso, me mareo cuando veo mucha sangre.

"¡Lucía!" Reconocí la voz de Alex, pero no me importó.

"¡Lucía, joder!" Abrí débilmente los ojos. Alex agarró mi muñeca completamente teñida de rojo. El color se extendía de la muñeca a la mano.

"Déjame." Susurré.

"Nunca."

***

Me desperté en mi cama. Miré mi muñeca y estaba completamente vendada. Y la sangre había desaparecido

Divisé a Alex sentado en la silla de mi escritorio, me estaba observando, preocupado.

"Hola." Dijo. "Toma, bebe agua, te vendrá bien por la sangre que has perdido." Me tendió una botella de agua fría. "He limpiado el baño y ya no hay sangre, también tu muñeca como puedes ver. Has estado desmayada...hm... tres cuartos de hora. ¿Dónde están tus padres?" Pregunta impasible.

"Por favor no les digas nada, no es la primera vez." Suplico. "Están de viaje, vuelven mañana."

"No prometo nada, Lucía. Eso que has hecho es una gilipollez. ¡Si no entro por esa puerta, hubieras muerto desangrada!" Se levantó rápidamente del asiento y suspiró profundamente.

"Yo..." no sabía qué decir. "No sabía lo que hacía. Quería acabar con todo." Sollocé.

"Hay mejores maneras."

"¿Como cuáles?" Alex se acercó a mí y me besó. Extrañaba sus labios.

Le abracé fuertemente inhalando su aroma, su añorado aroma.

"He roto con Mireia. No veo nada en ella. No me hace sentir nada." Susurra en mi oído.

"Lo...siento."

"No lo sientas, no sé por qué salí con ella." Seguimos abrazados.

"Y yo no sé por qué se me ha ocurrido suicidarme."

"No lo vuelvas a hacer por favor."  Susurra en mi oído.

"Te lo prometo."

Nos separamos.

"¿Y qué le vas a decir a tus padres?" Pregunta.

"Que me he quemado... no quiero decir nada."  Alex sólo asiente.

"Tengo hambre." Dice con una gran sonrisa.

"Bueno, pues vamos a comer." Bajamos las escaleras en silencio. Me senté en una de las sillas de la mesa de la cocina y vi como Alex hacía dos sándwiches.

"¿Sabes? no has perdido mucha sangre. Llegué a tiempo. Bueno, perdiste algo, pero lo suficiente como para no llamar a la ambulancia. Si no, estaríamos en el hospital y no aquí." Me dijo entregándome un sándwich y sentándose.

"Sabes mucho de esto ¿no?"

"Me gustaría ser médico. He hecho varios cursos de primeros auxilios."

"Oh" Nunca me dijo nada.

"Oye tú y Harry..."

"Creo que no hay nada. Es decir, él cree que aún te quiero. Tiene razón" Suspiré.

"¿Y si lo volvemos a intentar, Lu?" Me miró a los ojos.

"Dame tiempo, por favor." Suspiré. Él sólo asintió. Tengo que ordenar mis ideas en mi cabeza.

***

Era lunes. Hoy hablaría con Harry.

Me lo encontré en la cafetería del instituto, estaba de espaldas y le di dos toques en su hombro para que se girara.

"Hola..." Dije.

"Hola." Contestó impasible.

"Verás yo... yo quería pedirte disculpas. " Miré al suelo ya que no podía mirarle a los ojos.

"No, no me pidas disculpas, soy yo quien te las pido. Me pasé con lo que te dije. Realmente estoy mal por ello." Posó su mano en mi hombro.

"Estoy demasiado confundida, Harry. No sé lo que quiero. Necesito tiempo."

"Entiendo. Pero...podemos ser amigos ¿no?" Ofreció su mano para que la estrechara.

"Claro" Le dediqué una sonrisa y nos dimos un apretón de manos.

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es muy corto shoro.

estoy muy muy muuuuy bloqueada, tenía el final escrito pero no me convence.

sinceramente no sé como seguir jajajaj.

ay shoro quesito.

bueno COMENTEN Y VOTEN

y también quiero deciros que OS AMO ♥

Paola xx