Capítulo 2.

3.4K 151 35
                                    

Estaba en mi habitación escuchando música cuando de repente sentí que alguien estaba abriendo la puerta principal.

"¿Mamá?... ¿Papá?" Nadie contestaba.

Bajé las escaleras a toda prisa y, efectivamente, mis padres habían llegado.

"Ah hola cielo, ayúdanos con la compra." Llevé dos bolsas, una con verduras y la otra con cosas de bollería.

"¿Sabéis que tenemos vecinos nuevos?" Dije sin pensar.

"¿Te refieres a los del chalet n°8?" Asentí "Sí, esta mañana nos los hemos encontrado cuando llegó el camión de mudanzas." Contestó mi padre.

"Y tienen un hijo muy guapo..." Mi madre sonrió maliciosamente

"¡MAMÁ! ya empezamos." Protesté.

"Bueno, será mejor que me vaya de aquí..." Mi padre salió corriendo.

NO PAPI NO ME ABANDONES CON ESTA MADRE LOCA QUE QUIERE QUE SU HIJA SE ECHE UN NOVIO.

Me abandonó.

***

"Mami."

"Dime cielo." Contestó mi madre sin mirarme. Estaba concentrada en hacer la ensalada.

"¿Puedo ir a una fiesta? Ya sé que nunca voy de fiesta y nunca he ido pero Cristina me lo ha pedido y no la quiero decepcionar." Puse el mejor tono para convencer a alguien.

"Pues claro, estaría bien que fueras, que para tener dieciséis años todavía no has ido a ninguna." Eso me dolió

"Parece como si me hubieras llamado 'sosa'."

"Hija es que lo eres, no bailas ni en las verbenas del pueblo, ¿cuándo es la fiesta?" Rápidamente cambió de tema.

"Mira, por que has cambiado de tema que si no... es el sábado y Cris me pasa a buscar a las ocho" Dije enfadada

"Pues ya sabes, búscate un vestido, y ahora si no te importa, pon la mesa" Me contestó.

"No, no me importa nada, ¿por qué dices eso?" Nótese el sarcasmo en mi comentario.

***

Estaba en mi cuarto escuchando música. Miré el reloj, eran las cuatro y media.

Las calles de la urbanización estaban vacías, supongo que estarían echándose la siesta.

Me levanté de la cama y miré por una de mis ventanas. Me fijé que la ventana daba vistas al jardín trasero de los nuevos vecinos y estuve mirando un rato a la familia.

Habían colocado tres butacas de mimbre negras y una mesa en el centro.

Me retiré de inmediato cuando el hijo me vio. Que vergüenza.

Volví a mirar. Ahora para disimular hice que abría la ventana y apartaba la cortina. Estaba en bañador.

Desde lejos se le veía su torso marcado.

"Uy madre" Solté de repente.

"¿Disfrutando del domingo?" Les grité. Enseguida los tres me miraron

"Si, estamos aprovechando el domingo y así descansamos por la mudanza" Me contestó a gritos la madre, Ana, si no recuerdo mal.

"¡Pues aprovechad bien!" Les grité amablemente.

Cuando me iba a apartar de la ventana alguien gritó mi nombre y me volví a asomar

"Lucía, ¿que te parece si te invitamos a tí y a tus padres para que vengáis a nuestra piscina?"  Oh piscina, que bien sonaba. Yo también tenía piscina pero había que limpiarla y me daba pereza.

"Pues ahora mismo les pregunto a mis padres" Fui a preguntarles pero pude oir el <<¡Mamá!, ¿por qué hiciste eso?>> De Alejandro, ¿era así su nombre?

***

"¡Y entonces PLAF contra el suelo, y al final la tuvimos que llevar a urgencias y la dieron tres puntos en la barbilla. Lucía hija, enseñales la cicatriz." No soporto a mi madre cuando le cuenta mis accidentes a la gente. Si lo sé les digo a los vecinos que tenemos asuntos pendientes.

Mi madre me obligó a echar la cabeza hacia atrás para que los vecinos pudieran ver mi pequeña cicatriz

"Pues si te fijas bien, Alejandro tiene una cicatriz en la espalda arriba a la izquiera." Alejandro miró hacia otro lado enfadado, a lo mejor le pasaba lo mismo que a mí.

"Mamá, voy a por una lata de Coca-Cola, Lucía, ¿Te vienes?" No me esperaba para nada que me pidiera que le acompañara.

Quizá le importara algo y me quería sacar de este apuro. La otra opción es que a lo mejor no quiere que me entere de cómo se hizo la cicatriz.

"Claro." Contesté amablemente.

Entramos por la puerta corredera de cristal y fuimos a la cocina. Todavía tenían algunas cajas dispersas por la sala.

Alejandro abrió la nevera y cogió dos latas y me dio una a mí

"Gracias." Sonreí "¿Que tal la mudanza?" Le pregunté, tendría que sacar algún tema de conversación, digo yo, no sé.

"Bien, aunque todavía quedan cosas por desempaquetar." Se rió. Me fijé mejor en sus ojos. Eran hermosos. Color esmeralda, preciosos.

"Ya, siempre queda algo. Oye ... por qué me invitaste a que te acompañara?" Se sorprendió por lo que le pregunté.

"Sólo quería salvarte de un destino fatal, mi madre dice muchas gilipolleces, no quiero que la única persona maja que conozco tenga poca salud mental." Nos reímos los dos.

"Más vale que salgamos corriendo de aquí, y nuestros padres también, porque si dices que tu madre dice gilipolleces y la mía está loca... esto es una bomba." Alejandro soltó una carcajada limpia "Lo digo en serio." Intenté poner cara seria, pero las ganas de reirme pudieron conmigo.

"¿Te molestó que te lo pidiera?" Se preocupó.

"No, para nada" Sonreí.

Los dos abrimos las latas y bebimos un poco.

Cuando volvíamos hacia el jardín hubo un silencio total.

"¿Cómo te gusta que te llamen, Alejandro o Alex?" Rompí el silencio.

"Alex." Contestó sonriendo.

________________________________________________________________________

¡Hola!

No podía esperar más, tenía que subir el capítulo ASDFGHJKLAGDJDGEH.

Lo primero que les quería decir es ¿por qué no comentan? D: con que solo pongáis un 'hola' me conformo xD pero comentar, porque yo me frustro muy rápido xdddd.

Lo segundo es, que el capítulo anterior tuvo mas leídos en un día que el primero de todos xddd creo qué es buena señal (?) JAJAJA.

Lo tercero, COMENTEN AUNQUE SEA UN HOLA PERO ESTARÍA MÁS FELIZ SI PUSIÉRAIS VUESTRA OPINIÓN DE LA HISTORIA. Y ya me relajo xddd.

Pues eso, comenten y voten (:

Pao xx.

Ahora eres mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora