Laura estaba de mi lado. Y todos los chicos del lado opuesto.
- Buenas noches, puedo tomar su orden? - dijo la chica linda.
- Si, por favor! - dijo Laura sin dejar de verla y de sonreírle. - Amm yo quiero una orden de alitas, y una cerveza por favor. Tu? Me pregunto.
- Yo quiero, unos tacos de pastor y una cerveza por favor.
- Okay. - Dijo la chica apuntando.
- A mi me trae, una hamburguesa y una cerveza por favor. - dijo Simón.
- Quieres hamburguesa? - pregunto Simon a Jacob.
- Si.
- Serian 2 hamburguesas y 2 cervezas por favor.
- Esta bien! - dijo la chica.
- Yo quiero unas alitas y una cerveza por favor.
- En unos minutos traigo su orden. - dijo sonriendo. Más bien, sonriéndole a Laura.
Mientras Laura le devolvía la sonrisa encantada.
La codie, y la voltee a ver.
- Que? - pregunto distraída.
- Aaagh. - dije.
- Bueno. - dijo Simón.
Voltee a verlo.
- Son hermanos, cierto? - le pregunté.
- Si jaja. - dijo sonriéndome.
- Agh, se parecen demasiado. - le dije encantada por ver qué me regalara una hermosa sonrisa.
- Aqui tienen! - dijo la chica que nos atendía. (Sin dejar de ver y de sonreírle siempre a Laura.)
- Gracias. - dijimos todos.
• Cuando eran chicas a las que les gustaba Laura o biseversa, tenía que ser más cuidadosa. Ya que me la podían robar. Claramente tenía en cuenta que la perra de Laura no me cambiaría por nada ni por nadie. Pero los celos se apoderaban demasiado de mi. •
Hablaron sobre la boda. Y Simón no me quitaba para nada la mirada de encima. No dejaba de mirarme. No dejo de mirarme en ningún momento.
Lo que provocaba cada vez más que llegara a sonrojarme por su culpa.
10 pm...
- Oye, disculpa me traerías 5 cervezas más por favor. - dijo Laura. A su futura novia.
Simón casi no había tomado. Por qué era el que manejaría camino a casa.
Laura tampoco casi no había bebido.
Pero los otros dos chicos y yo, llevábamos como 7 cervezas cada uno.
Siguieron charlando, mientras terminábamos de comer.
- Adele. - dijo Simón viéndome.
- Si? - pregunte.
- Te gustaría acompañarme a la terraza un rato? - dijo sonriéndome.
• Total. Ya me había enamorado de este hombre. Cosa que no hago nunca. Ya estaba un poco tonta por el. Sin conocerlo. •
- Claro vamos! - dije poniéndome de pie.
- Con permiso! - dijo Simón.
...
- Y? Eres muy amiga de Laura, no? - dijo Simón disfrutando la hermosa vista que había justo adelante de nosotros.
- Si, bueno, es mi mejor amiga.
- Oh, ahora entiendo.
• Por unos minutos, hubo un silencio demasiado incómodo.•
- Quieres beber algo?
• Ya estaba un poco pasada de copas. •
- Claro!
- Te parece vino?
- Perfecto. - dije sonriéndole.
Simón tomó una de las botellas que había en la mesa principal de la terraza, y dos copas.
- Aqui tienes. - dijo viéndome fijamente a los ojos, y después pasó su intensa mirada a mis labios.
- Gracias. - dije poniéndome ya más nerviosa.
Lo miraba beber el vino de su copa. Mientras tenía la mirada en otras cosas. Podía verlo sonreír. Y me hacía pensar en cuanto me encantaba sin ni siquiera conocerlo del todo.
Me encantaban sus labios gruesos, y esa sonrisa que se pintaba en su rostro. Me encantaba saber que era provocada por mi.
