Sin hogar ni a donde ir.

87 8 5
                                    


Mi madre, se ha peleado conmigo, y yo con ella, al parecer ya no nos aguantamos la una a la otra, solo chocamos y chocamos, quizá es porque yo tengo 17, y ella 40, ¿Menopausia y adolescencia, tratando de convivir juntos? suena a una serie de tragi-comedia para ver el fin de semana todos en familia, para la próxima semana ver el siguiente capitulo ¿No?

Como sea, me dijo que hiciera mis maletas, que tenía que irme, porque si no lo hacía me las vería con ella, no podía creerlo, desde que Summer se fue a la universidad, a mi es a quien usaba para desquitar sus frustraciones contra mi, y era...realmente insoportable.

No importaba que, no importaba cuando, o porque, pero ella siempre me regañaba de algo, aun cuando este solo fuese alguna tontería, aveces era mi culpa, y otras (la mayor parte) no, ya fuese que los trastes estuvieran sucios, la puerta de un cuarto estuviese medio abierta, las ventanas estuviesen abiertas o cerradas, era mi culpa.


Ahora solo había algo de lo que ambas estábamos de acuerdo, no podíamos convivir juntas, pues tarde o temprano alguna de nosotras iba a asesinar a la otra, y claro, el remedio más barato y fácil fue echarme de la casa.

No tardé en hacer mis maletas, y ponerlas en la calle, solo hice 2 puesto que primero tenía que encontrar un lugar seguro, y claro, aun no tenía ningún plan, pero ya vería que hacer, quizá quedarme en algún refugio de desahuciados, abandonar mis estudios, al menos un tiempo, conseguir un pequeño trabajo en algún lugar, no lo sé, ahora estaba por mi cuenta, trataba de ignorar como el mundo se me había venido encima...antes de que pudiese completar los planes de toda mi vida a futuro, alguien me tomo del hombro y me habló.

-Lleva todas las cosas que puedas a la nave, te veré en 15 minutos.-

Escuché atentamente, y después sentí como me soltaron, y unas manos tomaban mis maletas, después vi a ese alguien entrar en la cochera, tragué saliva y sobe mi hombro...entrando a la casa de nuevo, para hacerle caso a la voz.

Tarde un poco, pero logre poner todo lo indispensable en 3 grandes maletas, lo único que deje intacto fueron los muebles del cuarto, y todas las fotos colgadas y en mi mesita de noche.

Pronto bajé tratando de no hacer ruido para no llamar la atención, notando que me habían dejado sola, mamá seguro estaba trabajando y papá había ido con Summer a hacer la compra de la semana al supermercado.

Mis maletas estaban pesadas, con esfuerzo y suerte logre llevarlas sin romper algo, pronto me encontraba en la cochera, sequé el sudor de mi frente y puse las manos en mi cadera, escuchando como alguien más entraba.

-Muy bien Mortricia, vamonos.-

Dijo la misma voz de hace unas horas, mientras escuché el sonido de un par de llaves chocando entre si.

-¿Rick...?-

Dije girando mi cabeza hacia el, mirandole a los ojos un poco angustiada.

-¿Qué?-

Preguntó levantando la mitad de su ceja, en el tono gruñon tan natural de escuchar de su rasposa voz.

-¿A donde...?- y antes de que pudiese decir algo, el me interrumpió.

-Eso no importa Mortricia, sube al auto, yo subiré tus cosas.-

Yo decidí no llevarle la contraria, así que obedecí, y no tardamos en irnos de ahí, mientras miraba por el retrovisor como nos alejabamos de casa.

No tardamos en llegar a una ciudad, algo parecída a...

-Bienvenida a Nueva York Mortricia, siéntete libre de, ya sabes, mojar tus bragas por la emoción y de gritar como si fueses la fan de algún cantante o banda de pop posmoderna.-

Dijo Rick mientras habría su licorera y tomaba un sorbo.

Quede anonadada, siendo que ya era noche la ciudad estaba completamente iluminada, era precioso, la ciudad más vivida y colorida que había visitado, y nosotros no salíamos mucho, siendo una chica pueblerina como yo, estas cosas realmente emocionaban, no podía decir nada, tenía un gran nudo en la garganta.

Pronto aterrizamos en un gran edificio, donde estacionamos en una especie de garage de helicopteros, y salimos de la nave.

-Trae las maletas que puedas cargar Mortricia.- Ordenó Rick con la licorera en mano

-¡Si Rick!- Respondí, y fui a la parte trasera del auto, y tome un par de mis maletas, y conté las restantes en mi cabeza

"2, 3, 4..."

Entonces noté algo raro, había 7 maletas, contando las que había en mis manos.

-¡Vamos, que me hago viejo!-

Grito desde lejos Rick, llamando a un elevador.

-¡Ya voy!-

Cerré la puerta con cuidado, y la nave puso sus seguros automáticamente

Empecé a recordar, ¿Es que yo había olvidado cuantas había hecho? no, yo tenía buena memoria, era imposible; ¿O es que ahora cuento mal? también imposible, era algo extraño, miré de reojo a Rick, y el me miró a mi, y tomó otro trago de alcohol, entonces el elevador llegó a recogernos.

Entramos y suspiré, continué divagando, hasta que un mozo dentro del elevador le habló a mi abuelo.

-Buenas noches caballero; ¿Qué piso?- Preguntó educadamente

-El 75.-

Dijo confiado, y el mozo obedeció.

-De ahora en adelante Mortricia, las cosas serán diferentes, ya no iras a la escuela, te educaré en casa, y te enfocaras en la ciencia...- Se interrumpió tociendo un poco -Ya no vivirás con tus padres, ahora tienes que obedecerme a mi; ¿Entendiste?-

Ahora entendía que pasaba aquí y sonreí.

-Claro Rick.-

-Bien.-

Las puertas del elevador se cerraron, dirigiéndonos a nuestro nuevo departamento, alejados de lo que conocíamos y de quienes siempre nos rodearon.

Ninguno de nosotros 2 pertenecíamos ahí, no teníamos hogar ni a donde ir, pero nosotros ahora estabamos juntos...

Y aunque el odiara la palabra, ahora seriamos una pequeña "familia" de 2.

Historias Cortas //Rick/Rita y Morty/Mortricia\\Where stories live. Discover now