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Lauren; Narrado.

—No, Mamá, seguro que no es nada...— la llamada se cortó y supuse que mi madre estaba muy enojada conmigo.

Mis pensamientos se esfumaron y Shawn entró a mi habitación, sonriente y yo comencé a reír.

—Hola, Lauren.— me dijo besándome en la mejilla de sorpresa y sentándose en mi cama. — ¿salimos?

—Hum, no, estoy ocupada y nada está saliendo como yo quiero con algunas cosas, ni siquiera entiendo porqué mi equipaje no entra como debería y ya mañana es el último día y tengo que dejar todo organizado...— dije y él rió.— ¿Qué?

—Relájate un poco— me dijo y yo rodé los ojos.

—No puedo y no quiero.— le sonreí de manera burlona.

—Hagamos algo.— dijo agarrándome suavemente el brazo ya que tenía el tatuaje.— te puedo ayudar a empacar.

—Oh.— dije riendo.— no, no puedes.

—Ah, claro, no soportarías que no lo hiciera a tu manera.— dijo sarcásticamente.

—No es eso, es sólo que no...

—Que no quieres que arruine tu control sobre tu equipaje.— dijo sonriéndome de manera pícara.— Apuesto a que no soportarías que te guardara una maleta.

—Pues... yo apuesto a que si.— dije desafiante acercándome.

—Bien.— susurró.— pero si yo gano, haré lo que yo quiera contigo.— reí mientras el seguía con su postura de conquista.

—Y si yo gano, andaré sólo en bragas por la habitación por tres horas... y no podrás tocarme.— susurré y sus ojos se abrieron como platos.— ¿Bien?

Asintió y cuando intentó darme un beso me zafé y él suspiró.

...

*Para más emoción, escuchen lo que queda con la canción "Lurk" de The Neighbourhood🌚*

—¡CÓMO LO HICISTE!— gritó él y reí, mirándolo.— Bien, me voy.— dijo y yo negué tirándolo a la cama y cerrando la puerta.

—Oh no, tú no te vas, la apuesta va ahora.— tragó en seco y me levanté riéndome de la expresión de Shawn.

Cuando salí del baño de la habitación sólo llevaba un hilo negro sin nada más.

La cara de Shawn no podía estar más roja, así que le sonreí y comencé a terminar de empacar.

—Vamos, no puedes hacerme esto.— dijo y le sonreí sin decir nada.— ¡Lauren, basta!

Cerró sus ojos y yo seguí haciendo lo mío, pero a los segundos los abrió y lo pillé mirándome a lo que sólo reí.

Me agaché para recoger una blusa que había caído y al pararme sentí la mano de Shawn en mi cintura, tragué en seco y me di vuelta.

—Shawn, La apuest...

—Al diablo la apuesta, Edwards, voy a tocarte y besarte, y no me importa nada más.— dijo mirándome con un brillo en los ojos y yo me mordí el labio, y lo besé.

Lo besé porque era inevitable y porque... ¡Es Shawn Mendes, por dios!

—Hum...— sollozó cuando le mordí el labio.— No. mi turno.— dijo agarrando mi trasero para cargarme y tirarme en la cama.

—No eres el angelito que dicen, ¿cierto?

—Tú tampoco eres el demonio que dicen.— me susurró mientras dejaba pequeños besos en mi estómago, pero le levanté la cara para besarlo y cambiar de posición de modo que él quedara abajo de mi.

Me sacó lentamente el hilo y me acarició el cuello.

—Y...— lo callé quitándole la camiseta y luego los pantalones, para luego apreciar su torso, mientras lo acariciaba.

Lo miré a los ojos y me sentí aterrada. Aterrada de lo mucho que me gustaba y las ganas que tenía de quedarme así por un largo tiempo.

Aprovechó mi momento y me tiró al otro lado para besarme y acariciarme necesitadamente, tocándome las piernas delicadamente.— no tienes que ser así conmigo, no soy de cristal.

—Para mi lo eres.— susurró y tragué en seco pero lo besé para olvidar lo que había dicho.

—Quieto.— dije besando su abdomen y bajando, bajando lentamente, pero Shawn volvió a levantarme y acostarme en la cama sosteniendo mis muñecas y entrando en mi.

Solté un pequeño gemido y él comenzó a moverse...

Abrieron la puerta y levanté mi cabeza mirando a Shawn, este miraba hacia la puerta y no podía estar más avergonzada.

Mierda. ¿quién es?

❛ She Loves Control ❜ | s.m Donde viven las historias. Descúbrelo ahora