FIN DE SEMANA

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El viernes por la mañana Sesshoumaru llevó a Rin y Ava hasta la escuela para que la niña tomara el autobús que la llevaría al campamento de fin de semana. Su integración a la vida diaria de sus vecinas se estaba dando tan naturalmente que no se percataba lo mucho que las necesitaba, o la influencia positiva que tenían en él. Había hecho el propósito de comer mejor y ejercitarse, y las cenas los tres juntos era una agradable rutina, transformando su antes existencia trágica y depresiva, en alegre y divertida.
Cuando llegaron a la escuela, todas las amigas de Ava salieron corriendo a recibirla, saludando con naturalidad a Sesshoumaru y Rin. El grupo de niñas los habían conocido en varias visitas al apartamento, donde Ava no perdió la oportunidad de presentarles a su amigo. Presas de la emoción, las cinco hablaban al mismo tiempo comentando lo bien que la iban a pasar, mientras Sesshoumaru montaba el equipaje al autobús. Rin observó a su sobrina radiante y suspiró pensando en lo feliz que estaría Lya de verla. Tragándose su nostalgia y lágrimas, se acercó a Ava para desearle feliz viaje. Rodeando a su tía en un estrecho abrazo, la niña la besó y le dijo que disfrutara de la fiesta, luego hizo lo mismo con Sesshoumaru.

"Que les vaya bien en la fiesta!"
"Cuídate pequeña!"

De pie uno junto al otro, Rin y Sesshoumaru la observaron entrar al autobús y se quedaron ahí hasta que el vehículo ya no fue visible por la calle. El camino de regreso fue silencioso, Rin estaba ida recordando a su hermana, y cuando Sesshoumaru le dijo que saldrían a la 7.30 p.m. hacia la fiesta, apenas si le contestó. Intuyendo lo que le pasaba,no dijo nada más y se concentró en manejar. Cuando Rin entró al apartamento luciendo simplemente espectacular, Sesshoumaru sintió como si le robaran un suspiro. Aunque la veía todos los días, era la primera vez que se tomaba el tiempo para admirarla y por primera vez en mucho tiempo, sus ojos vieron mas allá del recuerdo de Kagura, reconociendo que Rin era una mujer interesante y hermosa. Ajena a la mirada de admiración masculina, lo saludó poniendo su maleta en el sofá. El vestía smoking pero aún batallaba con el moño del corbatín, por lo que ella se ofreció ayudarle. Ante el ofrecimiento dudó un instante, embargado por el recuerdo de su prometida, que siempre se ocupaba de esos detalles, olvidándose de eso, aceptó la ayuda yun segundo más tarde tuvo a Rin frente a él.

"Que le parece mi vestido, está bien para la fiesta de su padre?"
"Si muy bien!"

Viéndola mientras se concentraba en hacer el nudo, era obvio que se había esmerado en arreglarse. Dejándose llevar por el suave perfume cerró los ojos un breve instante y comprendió que era descortés no darle ningún cumplido.

"Huele muy bien señorita!"
"Muchas gracias y llámeme Rin. Yo lo llamaré por su nombre si no le importa!"
"En lo absoluto!"

Un cuarto de hora más tarde, bajaron al garaje y se pusieron en marcha. Fue un viaje tranquilo, animado por cortas pláticas, donde Sesshoumaru le contaba que su padre le gustaba ofrecer esas fiestas porque le encantaba estar rodeado de gente.

"Su padre es realmente encantador!"
"Lo mismo dice él de usted!"

Ella dio un profundo suspiro y sonrió, era realmente halagador que alguien pensara así de ella. Al llegar a la fiesta, Rin no se sorprendió que fuera una enorme y elegante mansión. Estaba toda iluminada y adentro se vivía un ambiente muy alegre. Cuando entraron, todas las miradas estuvieron sobre ellos y pareció que un momentáneo silencio invadió todo el salón. No se necesitaba ser un genio para saber que los invitados estaban asombrados de ver a Sesshoumaru ahí y más que venía acompañado. Pacientemente, Rin esperó que él empezara a caminar para seguirlo de cerca. No pasó mucho tiempo antes que Inutashio les saliera al encuentro con una gran sonrisa. Tomándola del brazo, caminó entre la gente para presentarle a Izayoi. Sesshoumaru los siguió en silencio. Como Inutashio había pensado, Izayoi y Rin congeniaron al instante, dándoles la oportunidad a padre e hijo de conversar.

NUESTRO DESTINO......  SESSHOMARU Y RINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora