Destinos cruzados: (Trilogía enlazada 1)

12: No quiero, no quiero, no quiero.

Al atravesar los pasillos, miro de reojo varios salones en donde están dando clases, varias chicas dentro de los salones se le quedan viendo como idiotas a Jasper sin disimular ni un poco, pero él ignora todo eso y solo sigue a paso apresurado, esperando que yo lo siga, hay un par de chicas que se le quedan viendo mientras pasan y conversan secretamente entre ellas, ambas se le quedan mirando el trasero a Jasper y yo lejos de estar celoso, sinceramente me tiene sin cuidado porque sé que Jasper jamas les haría caso.

¿Por que te importa tanto si les haría caso o no?

¡Largate!... En serio estoy molesto así que no tengo ganas de discutir contigo.

— Que hermoso es, debería ser ilegal ser tan bello - Escucho a una de las chicas exclamar.

— Me encantan sus ojos azules, juro que me matan, me derriten cada vez que lo veo - Le responde la otra.

— Ese cuerpo de dios griego me pone caliente - Dice una vez mas la primera, ¡Está que se le cae la baba!

— Y su cabello se ve tan brillante y sedoso, que me provoca acariciarselo todo el día - Menciona su acompañante.

— Ese hombre tiene que ser mío - Dice la primera.

— Eso si yo te dejo - Le responde nuevamente su amiga.

Paso a su lado y las ignoro totalmente, noto por el rabillo del ojo que ellas me miran extrañadas de que vaya al mismo paso apresurado de Jasper, pero sigue sin importarme en lo mas mínimo.

Llegamos al salón 13B que está vacío, Jasper entra y sin decir nada, con mandíbula cuadrada, hace un gesto con su cabeza para indicarme que entre, yo lo hago sin mirarlo a la cara, paso a su lado con mucha indiferencia, detrás de mí, escucho como cierra la puerta y coloca el seguro.

¡Ya te violaron!.

¡Vete!

Dile que no sea tan malo y que use lubricante para que no sea tan doloroso.

¡¡Vete!!

O si no, también puede usar saliva, pero no lo recomiendo mucho.

¡¡¡¡YA VETE!!!

Ok, Ok, me largo, veo que no estas para bromear mucho hoy.

Jasper se acerca al escritorio del salón, todo está en silencio, él no dice nada y yo tampoco, el ambiente es tan incómodo que hasta se puede cortar la tensión con tijeras, jamas pensé en sentirme así en presencia de él, no dice nada, solo revisa unos papeles que tiene en el escritorio.

¿Y para que me llamó, para tenerme aquí de pie frente a él mientras lo veo revisar papeles y ordenar carpetas? - Pienso, pero no digo nada, duramos así un par de minutos, en silencio, mientras él parece estar concentrado en lo suyo, hasta que ya no aguanto mas y decido hablar.

— ¿Y bien? Usted dirá profesor Carson - Digo mencionando solo su apellido para mostrar distancia entre nosotros y como si lo que me tiene que decir no me importara mucho - ¿Para que me llamaba?