Especial Jazzy

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Narra Jade

Desde que Izzi terminó con Edgar las cosas han estado un tanto complicadas entre nosotras, con altas y bajas aunque gracias a Dios son más las sonrisas que las lágrimas. En la escuela nos seguimos viendo y tratando con cariño, aunque debo de admitir que eso aún me es muy extraño pues no estoy acostumbrada ni es como si me gustara mucho el afecto o contacto físico, pero cuando se trata de ella todo cambia, ella es diferente, ella es única y especial y aunque no me agrade admitirlo me tiene toda idiota; algunos días nos quedamos después de clase en el que denominamos nuestro lugar, una pequeña área verde detrás de los últimos salones del instituto, no es el lugar más lindo pero es tranquilo y privado, algo que ambas apreciamos pues cuando estamos ahí es como estar un momento alejadas de todo y todos, y así como podemos estar de novias (aunque no lo seamos) también es un lugar que ha sido testigo de nuestras reflexiones y lágrimas, eso es algo que ha pasado mucho últimamente y no sé si ella se ha dado cuenta que sé que aún piensa en él, al igual que sé que no lo hace con intención o porque quiera hacerlo, Edgar es algo reciente y significó algo muy real para ella, por lo mismo le duele como lo hace, le duele recordarlo y me parece que se llega a cuestionar sobre si tomó la decisión correcta, la verdad es que yo también he llegado a hacerlo.

Los jueves se convirtieron en lo mejor de la semana, ella suele venir y "comer" a casa, y digo esto porque nuestra dieta consta de unas sopas instantáneas y alguna galleta o dulce, nunca estamos solas pero Izzi parece agradarle a mis hermanos así que no es algo incómodo para nadie, sin embargo los mejores momentos son cuando estamos en mi habitación, me gusta hacerle sonreír y provocar su risa, me encanta verla feliz pero lo que más me ha gustado es dormir a su lado, no importa si son 5 minutos o media hora, es el mejor descanso de mi vida y de hecho es lo que más hacemos en la temporada de exámenes que es justo en la que estamos, de hecho pronto terminaremos el semestre y ya faltará poco para terminar la prepa.

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Hoy presentamos una ronda en un preescolar en el que estuvimos realizando prácticas durante el semestre y practimamente con eso terminamos la materia, todas nos cambiamos en mi casa por la cuestiones de comodidad pero al terminar todo solo una se quedó conmigo, después de comprar nuestras exquisitas sopas volvimos a casa para encontrarnos con mis hermanos y la novia de uno de ellos, saludamos y fuimos a preparar nuestra comida, mientras esperábamos mi hermano mayor puso su música y el reggaeton empezó a sonar

- ¿Por qué tu hermano tiene ese tipo de música? -me preguntó pero algo me decía que no le era desagradable

- Yo que sé -contesté simplemente y nos soltamos a reír ¿Había mencionado ya que me encanta su risa?

- ¿Sabes bailar ese tipo de música? -la miré raro pero ella sólo sonreía esperando mi respuesta

- No sé bailar, yo no bailo -sonreí y le di un rápido beso en la mejilla

- A mi me gusta bailar -aunque ya me lo esperaba no pude ocultar mi asombro- ¿Qué te puedo decir? Desde chica bailo de todo, pero me gusta mucho bailar el reggaeton

- ¿Osea que sabes perrear? -pregunté levantando una ceja claramente divertida, ella asintió y yo la atraje hacia mi, como reacción ella empezó a moverse contra mí al ritmo de la música y...joder! Si que sabe moverse!

- Dejen de perrearse -dijo mi hermano entrando a la cocina y provocando que Izzi se alejara de mi al instante

Bufé por lo bajo maldiciendo su intromisión, pero sonreí al notar la cara roja y avergonzada de la chica frente a mí, gracias a Dios ella no lo notó o habría recibido un golpe. Una vez listas las sopas subimos a mi habitación y entre plática y risas terminamos de comer, entonces una idea llegó a mi mente

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