Oh, papi ~Riren~ | R18 |

Lobo y cordero °6

Eren intentó pararse con el mayor cuidado posible, pero el dolor en todo su cuerpo lo impidió. Chilló cómo animalito herido y se quedó sentado en el borde de la cama

Sintió cómo un fuerte brazo se aferraba a su cintura y los fríos y suaves labios de su marido atacando su cuello

- ¿Y mi beso de buenos días, Eren? - se estremeció al escuchar esa voz ronca sobre su oido

Volteó un poco para probar la boca de Rivaille sin mucho entusiasmo, porque era de los que les gustaban las rondas mañaneras y Eren estaba ya muy destrozado por lo de anoche

- Quédate un poco más

- Tienes trabajo, Levi

- A la mierda el trabajo, quiero quedarme aquí contigo, además soy el jefe y hago lo que quiera

Eren rió y dejó que el mayor lo arrastrara de vuelta a la cama dónde lo abrazó posesivamente con su barbilla sobre su cabellera castaña, volviendo juntos al mundo de los sueños

El lobo estaba ahí, mirándolo fijo con sus orbes dorados, en medio de un lugar lleno de penumbra

"¿Se puede saber que mierda estás haciendo, corderito?" aullo el lobo

"Sólo lo distraigo, querido lobo, además es divertido"

"¿lo distraes?"

"No va esperarse una venganza si se supone que ya estamos en buenos términos"

El lobo rió complacido y fingió secarse una lagrima de orgullo

"Mi niño esta creciendo" dijo dramáticamente sorbiendose la nariz "Buen trabajo, corderito. Te dejaré dormir en paz por ahora, pero no olvides que tenemos trabajo que hacer"

"Nos vemos, querido lobo"

Durmió en paz una vez que el lobo se fue, soño cosas raras sobre Donald trump y Bob esponja pero nada que se deba mencionar aquí

Una hora y media más tarde el matrimonio Ackerman se encontraba tranquilamente compartiendo el desayuno, Eren se ofreció para traerle el periodico a Levi y salió de la cocina dando saltitos

Miró el titular del papel y encontró justo lo que estaba buscando

PROSTITUTA ASESINADA EN EL WHITEHOUSE

Sonrió y le llevó el periodico a su marido. Quién al ver el titular arrugó un poco la frente pero pasó la hoja sin darle mayor importancia

- Voy a ir a la biblioteca más tarde, ya acabé todos lo libros de la estantería

- Ve a la librería - Levi le tendió su tarjeta de crédito - Y no vayas tan tarde, no quiero que te ocurra nada

- Como digas, amor

"Idiota"

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Wylla Sinclair nunca fue una verdadera fanática de los medios honestos, ella siempre prefirió hacer las cosas por el método más sencillo aunque no estuviera del todo bien. Desde culpar a su hermana por romper el jarrón de su madre, robar dinero de la cartera de sus novios para comprar cigarrillos y acostarse con sus profesores por mejores calificaciones hasta tener sexo con su atractivo jefe por un aumento de sueldo, sin importar que tuviera una sortija en la mano.

Gracias a Levi Ackerman ahora tenia el departamento de sus sueños, un auto caro, un lindo collar de perlas y el celular que quería, gustaba de inventarle a sus amigas que iba a dejar a su pareja para desposarla a ella. Era solo una mentirilla para impresionar, no le hacia daño a nadie

Lastima que esa sería la ultima noche que disfrutaría de todos aquellos lujos.

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En esos momentos ella estaba algo furiosa, Rivaille la había rechazado y odiaba ser tratada de esa manera, una mujer cómo ella se merecía toda la atención del mundo ¿ y ese imbécil simplemente le decía que el tal Eren se veía mejor en falda? ¿tenia idea de cuantos desearían estar en su lugar?

- idiota...-farfulló para ella misma

Tomó las llaves de su departamento y abrió la puerta con prisa para por fin tumbarse en su cómodo sillón y descansar después del largo dia de trabajo

Justo cuando se disponía a tomar una ducha, el timbre de su casa sonó. ¿Quien rayos venia a joder a esas horas?, se dirigió a la puerta y se detuvo antes de abrir

- ¿Quien es?

- Este...buenas noches, entrega para Wylla Sinclair de R. Lance Ackerman - una suave y amable voz sonó del otro lado

Al oír el nombre de su amante abrió la puerta sin pensarlo dos veces, se encontró con un chico de ojos esmeralda y sonrisa amable que cargaba una gran caja de cartón que decía "frágil". Sabía que Rivaille se arrepentiría, de seguro le había mandado juguetes que le pediría usar mas tarde, o algún objeto caro y lujoso. ¿Porqué no presumir de su vida amorosa?

- Muchas gracias - dijo - ¿puedes dejar el paquete sobre la mesa y abrirlo? estoy emocionada

El chico sonrió, justo cómo él esperaba...

- Aja

Pasó dentro de la casa bajo la mirada atenta de la mujer detrás, Wylla notó que el joven tenia las manos cubiertas con guantes, unos guantes que se le hacían bastante familiares

sacó un enorme cuchillo de amputación para cortar la cinta de la caja y la abrió poco a poco, hasta dejar ver las tijeras de jardinería que él mismo había puesto ahí. sonrió contento y se las mostró a la mujer

Wylla se acercó y tomó las tijeras confundida para examinarlas, ¿acaso estaba burlándose de ella? eso era bastante extraño

- Que raro, no entiendo porqué me mandaría algo así

Y no lo entendió hasta que el cuchillo se introdujo en su garganta, impidiéndole respirar y mantener el equilibrio. cayó al suelo sin poder hacer nada mientras veía al castaño tomar las tijeras de podar

Eren se acercó a su hombro y olfateó despacio -Tienes un olor bastante agradable, ¿crees que Rivaille te escogió por eso? - Dejó una agresiva mordida en aquella zona, desgarrando la delicada piel con sus cánidos y haciendo brotar aun mas sangre. Se relamió los labios y se levantó para empezar la verdadera diversión

Se deleitó viendo cómo la vida escapaba de su victima al igual que su sangre y su miedo. Antes de que estuviera demasiado moribunda clavó las tijeras para empezar a hacer un corte desde el corazón hasta el útero, se encargó de destrozar los huesos de las piernas para dejar todavía mas destrozado el cuerpo al hacer cortes irregulares por las entrañas, salpicando sangre coagulada y pedacitos de órganos de por todos lados

para terminar, cerrajó con total maestría la garganta hasta llegar a la columna vertebral, decidió que desfigurar el rostro arruinaría su plan asi que dejó el trabajo hasta ahí

Admiró su obra de arte antes de empezar a organizar todo para retirarse. Metió las tijeras y el cuchillo de nuevo a la caja y salió silenciosamente por la parte trasera del apartamento. Estuvo caminando por media hora hasta llegar al hueco en la barda que rodeaba su casa, se metió por ahí y se dirigió al garaje para limpiar sus armas y quemar la ropa que usaba con acido, gasolina y cerillos

en pura ropa interior entró a la casa por la terraza sin cuidado alguno, porque sabía que se encontraba sola. Llegó hasta la habitación que compartía con su marido y tomó una intensa y relajante ducha antes de acostarse a dormir placidamente

"Okay, definitivamente nos merecemos un descanso despues de tan buen trabajo"