hallowen

3.6K 237 26
                                    

E P I L O G U E

En las afueras había un caos climático horrible; lluvia, truenos, rayos y viento se mezclaban con el constante aullido de los lobos y de los pacientes que se encontraban cerca de las ventanas del Saint Hill

En el interior todo era lo contrario, los pasillos y paredes de un blanco inmaculado guardaban un increíble silencio aún si había personal presente, pues todavía eran horas de trabajo.

Levi estaba sentado en una esquina dentro de su habitación de paredes acolchonadas con una camisa de fuerza que sujetaba sus brazos. Todo en el interior estaba tranquilo, pero no en el interior de su cabeza

Ese día era treinta y uno de octubre. En Halloween, hace un año, Eren había cortado su propia garganta de par en par justo en frente de él, dañandole la mente y haciendo que lo encerraran en aquel lugar

Un charco de sangre se extendía y excurria hacía él, pero no podía hacer nada, su cuerpo estaba en un estado de shock aunque estuviera gritando por dentro

"Levi, levi, Levi"

"¿Me extrañas?"

"¿Qué me hiciste?"

"Tú me hiciste esto"

"Estamos juntos por siempre"

La voz de Eren susurraba en su oído varias frases al mismo tiempo, mientras lo observaba ahí parado sobre el charco de sangre que empezaba a tocar sus pies. Lo observaba con la mirada perdida y la garganta abierta de par en par, sus ojos no tenían expresión alguna y los miraban cómo si esperara a que hiciera algo que sabía que iba a hacer

Las cosas se salieron de control cuando el otro Eren, aquél de ojos dorados y cabello oscuro, se tiró sobre Eren para destrozar su cuerpo y comer su carne cómo si se tratara de un animal salvaje

Gotas de sangre y trocitos de carne salpicaban su rostro y su ropa blanca. No podía apartar los ojos, no podía hablar, su boca estaba en un estado de shock que no le permitía emitir un sólo sonido que expresara el horror que estaba sintiendo

Y en la otra esquina, el pequeño Eren de trece años, veía cómo era asesinado por su contraparte hecho bolita, igual de asustado que él.

El infierno en el que vivía no le daba descanso, sólo podía descansar cuando la enfermera en turno le traía sus pastillas y su inyección

Frieda Reiss, una universitaria que hacía sus prácticas en el Saint Hill, había sido asignada a uno de los pacientes más pacíficos del lugar, osea él

La chica entró manchando sus zapatos y su vestido blanco con la sangre de Eren, pero sólo él podía verla. La miró de arriba a abajo con cuidado, tenia cabello castaño casi negro, piel acaramelada y ojos esmeralda enormes, y su rostro...su rostro era igual al de la estrella principal en sus pesadillas

- Hola, Levi - habló con voz dulce - Traje tu medicina, no importa si  quito esto para que puedas tomarlas, ¿Verdad? 

Se acercó con cuidado y empezó a desabrochar despacio la camisa de fuerza, las otras enfermeras le habían dicho que no habría problema pues el hombre era bastante cooperativo y pacífico

Levi estaba temblando. Los ojos esmeralda lo miraban alegremente y le transmitían tranquilidad y cariño, creía que nunca la volvería a ver.

- Bien, toma esto - la chica le sonrió una vez que lo desató y le tendió sus dos pastillas

- Eren....

- ¿Qué?

El pelinegro pasó una mano por el suave rostro de la chica con adoración.

- creí que nunca te volvería a ver, mi Eren

- ¿Q-que estás haciendo? - La empujó hacía el suelo haciendo que la chica soltara un grito - ¡Suéltame!

- Ya no volverás a estar dentro de mi cabeza, no volverás a atormentarme - besó el cuello de la muchacha mientras ella empezaba a llorar - estaremos juntos cómo antes...

- No...No..No

Nadie podía oir su llanto, la puerta de la celda estaba cerrada.

El vestido fue rasgado al igual que la ropa interior, los gritos de Frieda rebotaban en las paredes sin llegar a los oídos de nadie mientras Levi limpiaba sus lágrimas con sus labios y susurraba el mismo nombre en su oído

- Eren...mi amor...Eren

Cuando el tipo parecía haber terminado, tomó la jeringa que llevaba la chica. La pobre lloró por su vida, pero él no la escuchó, sólo escuchaba a su dulce niño riendo cómo antes, hablándole al oído pidiéndole que se quedara con él

La nula punta de la jeringa hizo que tardará demasiado en hacer el corte. Con sus propias manos arrancó lo que quedaba de carne hasta la columna vertebral

Levantó la cabeza cortada hasta que se rompió la columna vertebral. Abrazó la cabeza contra su pecho

- Papi está aquí bebé, no voy a dejarte ahora

Especial Halloween 2018

Oh, papi ~Riren~ | R18 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora