Y nuestras bocas se enredaban en un tango íntimo y oscuro; y pintábamos el número ocho como en el aire, pero sin aire, y en cada bocanada nos volvíamos a hundir en los violines de los brazos, en el compás mudo de la respiración agitada, en una armonía hambrienta llena de aromas y sabores; bailando en la música de cada beso, hablándonos sin hablarnos.
J.
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"Letras a tu Recuerdo".
De Todo"Letras a tu Recuerdo". Después de terminar una relación uno queda con palabras que quisiera gritar a los 157299 vientos pero que por miedo al rechazo o a que no te lo crean terminamos enterrando todo en lo mas profundo del corazón. He aquí mi caso...