Terra buscó las llaves de su apartamento, tratando de hacer malabares con su bolso y dos bolsas de compras al mismo tiempo. Ella maldijo en voz baja cuando sintió que una de ellas se resbalaba. Antes de golpear el suelo, alguien levantó ambas bolsas de sus brazos. Sobresaltada, Terra levantó la vista para ver a Adam de pie junto a ella.
-Adam!- Terra sonrió sin aliento. Su corazón dio un vuelco y no fue solo porque la había tomado por sorpresa. Habían pasado tres días desde la última vez que lo había visto. Tres días de perderlo ferozmente. Terra supuso que un terapeuta le diría que la razón por la que había formado un fuerte vínculo con Adam era porque, aparte de las gárgolas, en realidad no tenía a nadie más en su vida. Su conexión con Adam había comenzado en el momento en que se conocieron. Además, su poco saludable apego a Adam sería la menor de las preocupaciones del terapeuta si Terra le contara acerca de sus últimos 6 meses.
-Vas a abrir la puerta?- Adam gruñó, sus ojos azul eléctrico mirándola desde debajo de su frente baja. Terra se dio cuenta de que lo había estado mirando y que quería echarse una patada. Él sin duda pensó que estaba mirando sus cicatrices. Lo último que quería hacer era que Adam se sintiera como un bicho raro. Él recibió lo suficiente de todos los demás.
-Me sorprendiste- dijo con una sonrisa, tratando de borrar esa mirada cautelosa de su rostro cuando abrió la puerta. Ella rió -Parece que siempre me estás cuidando! O a mi comida, al menos-.
Adam no le devolvió la sonrisa, pero ella creyó ver que su ceño se relajaba un poco. Terra no estaba segura de haberlo visto realmente sonreír y eso la ponía más que triste. Ella lo condujo al apartamento, arrojando sus llaves y su bolso en una mesa. Adam llevó las bolsas a la cocina mientras ella se quitaba la chaqueta. Lo llamó -Déjalas en el mostrador. No hay nada perecedero. Me ocuparé más tarde-.
Regresó a su pequeña sala de estar mientras se quitaba los zapatos. Hizo un gesto hacia el sofá -Toma asiento, ya vuelvo-.
Adam se sentó con cautela en el sofá de Terra mientras salía de la habitación. Él no sabía lo que estaba haciendo aquí. Se había mantenido alejado durante tres días, buscando a un pequeño grupo de demonios y descendiéndolos sin piedad. Obtuvo una gran satisfacción al saber que al hacerlo, estaba protegiendo a Terra. Él debería continuar protegiéndola manteniéndose lo más lejos posible de ella. ¿Cómo podría comenzar una nueva vida con alguien, como él, recordandole todo lo que había perdido? Y sin embargo... sonrió cuando lo vio. Nadie sonreía cuando veía a Adam excepto Terra. Lo hizo sentir... él no sabía qué. Él no tenía las palabras. Todo lo que sabía era que le gustaba la sensación que ella le daba. Adam se frotó la parte posterior de su cuello, frunciendo el ceño. Terra fue agradable. Probablemente solo le sonrió por lástima. Se puso rígido, apretando las manos con ira repentina y frustrada. Él no quería su compasión. Él le contaría sobre su cacería, le haría saber que ella estaba a salvo en esta ciudad, y luego se iría.
Terra se detuvo en el umbral de la sala, aprovechando la oportunidad para observar a Adam antes de que él la notara. Se sentó rígidamente en el borde del sofá, con las manos en las rodillas y mirando a la mesa de café. Ella se preguntaba qué estaría pensando. Era difícil de decir porque su expresión predeterminada siempre era fruncir el ceño. Pero ella sabía que había más para él que solo una mala actitud. Se escondía detrás de su ira. La confianza no era algo que le resultara fácil y Terra se sintió bendecida de que Adán le hubiera otorgado parte de ella. Solo buscar su compañía fue un gran paso para él. Realmente no le gustaba estar cerca de los humanos, pero quién podría culparlo cuando lo miraban con tanto disgusto? El corazón de Terra se hinchó y de repente estaba tan feliz de verlo sentado en su sofá que parecía natural caminar hacia él, pararsele de frente, inclinarse y besarlo suavemente.

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Yo, Frankenstein
AléatoireDonde Adam intenta ser mas humano, y Terra se presta a ayudarlo, conscientes del amor que se empiezan a tener, e inconscientes de los peligros que les esperan. El primer capítulo no es del todo mio, solo retoqué unas partes (es lemmon, lean bajo su...